Nos ha pasado a todos: el indicador de combustible comienza a parpadear y la reserva se enciende en el tablero. Puede ser tentador ignorar este aviso y esperar hasta la próxima estación de servicio o dejar el repostaje para otro día. Pero, ¿sabías que esta costumbre aparentemente inofensiva puede dañar gravemente el motor y otras partes de tu coche? Te explico por qué mantener el depósito bajo mínimos y llenarlo hasta el tope de una sola vez es una práctica que deberías reconsiderar.
2Más espuma, menos combustible
Cuando finalmente decide repostar después de haber dejado el depósito en mínimos, el impulso suele ser llenar el tanque a máxima presión, utilizando el tope del caudal de la pistola del surtidor. Este método de repostaje, además de rápido, genera una gran cantidad de espuma en el depósito. La espuma es simplemente aire mezclado con combustible que ocupa espacio, por lo que termina con menos gasolina de lo que parece.
Esta acumulación de espuma impide que el depósito se llene de forma óptima. Y lo que es peor, el combustible espumoso es propenso a evaporarse más rápido debido al contacto con el aire, lo cual disminuye la eficiencia del consumo y hace que tengas que volver a la gasolina antes de lo previsto.