Malas noticias para los fabricantes de baterías a escala global: China restringirá la exportación de materias primas destinadas a la producción de las destinadas a equipar vehículos eléctricos tras el nuevo paquete de restricciones habilitado por el ministerio de Comercio de China.
Esto quiere decir que en los próximos tiempos elementos básicos para la producción de este tipo de componentes como son el itio, niquel, cobalto o el galio serán más difíciles de conseguir en el mercado, situación que además de dificultar la producción de baterías fuera de china también tenderá a encarecer el precio de las mismas.
China impone restricción a sus exportaciones
China ya ha impuesto límites a las exportaciones de antimonio, galio y germanio y ahora el Gobierno de Beijing se prepara para adoptar una medida semejante en las exportaciones de un material imprescindible en la producción de baterías para vehículos eléctricos como es el lítio, cuya disponibilidad el país oriental controla a escala global.
Además, de llegar a implantarse, estas nuevas medidas propuestas por el ministerio de Comercio Chino se complementarían con las ya adoptadas en los últimos meses con el mismo fin, es decir, todas las relativas a la prohibición de exportar minerales críticos necesarios para el desarrollo y la producción de nuevas baterías para vehículos eléctricos, área en la que el país asiático es el principal productor mundial y, por lo que parece, tiene previsto continuar siéndolo.
Respuesta a EE.UU. y Europa
Esta nueva medida tiene sin duda sus orígenes en la imposición de aranceles que tanto desde la Unión Europea como desde los Estados Unidos se están aplicando a las importaciones de vehículos eléctricos chinos con la teórica finalidad de “proteger” a sus respectivas industrias del motor frente a la mayor competitividad de los productos chinos.
Además, la medida se propone a pocas semanas de la toma de posesión del reelegido presidente norteamericano Donald Trump, cuya legislatura promete estar marcada por una política comercial mucho más agresiva contra los productos chinos, así como también lo estará contra los de la Unión Europea.
China quiere proteger su cuota de mercado dominante, superior al 70% a escala global, en las labores de procesamiento de litio para la producción de baterías destinadas a su uso en vehículos eléctricos, así como proteger a sus gigantes nacionales en esta misma industria.
Posible peligro para inversiones ya aprobadas
Igualmente, la ampliación y las revisiones propuestas a las restricciones de exportación de materias primas y tecnología empleadas tanto para la extracción de estos minerales como para su posterior procesamiento y preparación con objeto de su utilización en la producción de nuevas baterías podría comprometer los avanzados proyectos de nuevas plantas de fabricación de baterías que se están llevando a cabo en distintos países, entre ellos España, e incluso afectar a especialistas chinos de este mercado como pueden ser CATL, cuya inversión de 4.100 millones de euros para la puesta en marcha de una mega planta de baterías en Zaragoza en colaboración con el grupo Stellantis fue recientemente confirmada.
Por el momento, la propuesta del Ministerio de Comercio chino esta en proceso de consulta pública y la decisión definitiva sobre su implantación y próxima puesta en marcha no se adoptaría antes del próximo mes de febrero.
Durante estos dos últimos años, China ha venido “apretando las tuercas” de manera continuada en el sector de los minerales críticos. Esto ha provocado, por ejemplo, que el Gobierno de los EE.UU. desarrollara su ya histórica Ley de Reducción de la Inflación (IRA) de 2022 orientándola mediante la adopción de medidas audaces a promover la producción de este tipo de materiales buscando con ello lograr un doble objetivo: apoyar una más rápida transición energética y reducir la dependencia estadounidense de las exportaciones que proceden de los mismos de China y Rusia, países que el Departamento de Estado de EE.UU. ha etiquetado como “entidades extranjeras preocupantes” (FEOC).
China, lider global en industria de tierras raras
China controla el 70 % de la extracción mundial de tierras raras y el 90 % de la producción refinada de las mismas, por lo que desgraciadamente, desvincularse del creciente sector chino de las energías renovables está resultando mucho más complicado de conseguir de lo que habtualmente se comenta, ya que el Gobierno chino está reforzando su control sobre esta y otras industrias para fortalecer sus posiciones económicas a escala global.
Para ello, los productores chinos han estado inundando los mercados con ETR y metales básicos para la producción de baterías como el litio, lo que ha provocado grandes caídas de los precios de estos y ha hecho insostenible a muchos de sus competidores la continuidad de sus operaciones. Desde inicios de 2024, el litio ha reducido más de un 80 % sus precios y los de otros materiales también necesarios para la producción de baterías como son el niquel y el cobalto también se han desplomado en más de un 40%..
Esto ha forzado a muchos de los rivales chinos en este campo a tener que recortar su producción, a retirar planes de inversión e iniciar campañas de despidos en sus empresas. Incluso grandes productores, como la norteamericana MP Materials, empresa minera especializada en tierras raras, o la australiana Lynas Rare Earths, apenas ofrecen ya resistencia ante la dura estrategia de control llevada a cabo por china, hasta el punto de que las acciones de ambas compañías han perdido buena parte de su valor.
Férreo control del mercado
De hecho, en el mercado de la gran isla mundial que es Australia, se están ya produciendo los cierres de muchos de los activos que las compañías que operan en el sector del niquel en la zona occidental de dicho país, como es el caso de First Quantum Minerals, Wyloo, BHP, Panoramic Resources Ltd; y que las restantes comiencen a revisar sus operaciones. Una noticia muy negativa de cara a la futura seguridad de la cadena de suministro y al medio ambiente, pues tan solo servirá para reforzar el dominio del niquel procedente de Indonesia en el mercado y concentrar aún más el dominio que China ejerce sobre este mercado.
La saliente administración Biden ya admitió que vencer la hegemonía china en el mercado de minerales críticos iba a resultar una árdua tarea. Y tampoco parece que la entrante administración Trump vaya a poder lograr mucho al respecto, pese a las nuevas y extravagantes ideas que plantea para ello, como es la recientemente conocida idea del nuevo gobierno liderado por el presidente americano de querer comprar a Dinamarca la titularidad sobre la isla de Groenlandia para hacerse con el control de los importantes yacimientos de tierrras raras que se encuentran en su territorio.