Si hay una estación especialmente difícil para los vehículos, esta es sin duda el invierno. No solo en la conducción, pues la llegada de las lluvias, las heladas y, en algunos casos, la nieve, suponen un peligro a la hora de circular por carretera. El invierno también es especialmente duro para la integridad de muchos componentes del vehículo, que sin un mantenimiento adecuado te pueden dar más de un disgusto.
Como más vale prevenir que curar, te dejamos una serie de consejos para que la llegada del frío te pille con el coche bien preparado y no haya que lamentar averías mayores.
3Inspecciona los neumáticos
Es muy importante llevar siempre los neumáticos en condiciones óptimas, por eso es recomendable revisarlos una vez más antes del invierno para que las ruedas respondan correctamente a un asfalto complicado. Controla en frío la presión de inflado y comprueba que la profundidad del dibujo de la banda de rodadura no sea inferior a 3 milímetros (un valor más apropiado para el invierno, que los 1,6 milímetros exigibles por ley). Vigila también que no presenten golpes, abombamientos o cortadas en su superficie.
Si vives en una zona donde la nieve y las bajas temperaturas son habituales estudia comprar unos neumáticos de invierno. No sólo son buenos para el invierno, también muestran un mejor comportamiento en verano. Si las nevados no son un elemento con el que tengas que lidiar en tu lugar de residencia, piensa en hacerte con unas cadenas por si llega el día en que las necesites.