El clima español es especialmente complicado para la mecánica de los coches. Más que por las temperaturas extremas, por la horquilla de temperaturas tan cambiante que manejamos. Aquí en verano es habitual superar los 40 grados centígrados, mientras que en invierno podemos rondar los menos 10 grados centígrados; 50 grados de diferencia.
Estas variaciones suponen un verdadero suplicio para el coche por lo que conviene realizar un mantenimiento.
5Pastillas de freno y discos
No es sencillo detectar si están gastados. Algunos coches llevan un testigo que salta, lo que te indica que tienes que cambiarlas. Sospecha de cualquier ruido raro que escuches al frenar, ya sea un chirrido o similar. Ten en cuenta también que cada 60.000 kilómetros se deben sustituir por unas nuevas, pues sino acabamos por estropear los discos de freno.