Los neumáticos son, sin duda, la conexión directa de nuestro vehículo con el asfalto. Son cuatro piezas fundamentales que, a menudo, pasan desapercibidas en las revisiones, a pesar de ser determinantes en la seguridad al volante. Según el reciente informe «Radiografía del Neumático en España», elaborado por la Agrupación de Fabricantes de Neumáticos (AFANE), el 71% de los conductores en España ha experimentado situaciones de riesgo como aquaplaning, frenadas bruscas y pinchazos.
Escenarios que, en muchos casos, se podrían evitar con una adecuada revisión y mantenimiento de estos cuatro guardianes del asfalto. Pero, ¿qué es lo que realmente debemos tener en cuenta para circular seguro?
1La profundidad del dibujo: Un aspecto vital para la adherencia
La profundidad del dibujo del neumático es uno de los elementos que más se pasan por alto y, sin embargo, uno de los más críticos para evitar accidentes. El dibujo es responsable de drenar el agua, lo cual resulta esencial para evitar el temido aquaplaning, una situación en la que el neumático pierde contacto con la carretera debido al exceso de agua en la superficie. Esto puede llevar a que el coche se derrape incontrolablemente, exponiendo al conductor ya sus pasajeros a un grave peligro.
José Luis Rodríguez, director general de AFANE, recuerda que “el estado de los neumáticos influye directamente en las consecuencias de una frenada de emergencia, ya que pueden reducir la distancia de frenado y, por tanto, evitar una salida de vía, una colisión o , en caso de haberla, que esta sea a menor velocidad.” Se estima que un neumático con el dibujo desgastado puede aumentar hasta un 30% la distancia de frenado en condiciones de lluvia. La recomendación de AFANE es revisar que el dibujo sea de al menos 1,6 mm, el mínimo legal en turismos. Cualquier cifra inferior implica un riesgo considerable.
