Los neumáticos son, sin duda, la conexión directa de nuestro vehículo con el asfalto. Son cuatro piezas fundamentales que, a menudo, pasan desapercibidas en las revisiones, a pesar de ser determinantes en la seguridad al volante. Según el reciente informe «Radiografía del Neumático en España», elaborado por la Agrupación de Fabricantes de Neumáticos (AFANE), el 71% de los conductores en España ha experimentado situaciones de riesgo como aquaplaning, frenadas bruscas y pinchazos.
Escenarios que, en muchos casos, se podrían evitar con una adecuada revisión y mantenimiento de estos cuatro guardianes del asfalto. Pero, ¿qué es lo que realmente debemos tener en cuenta para circular seguro?
3Desgaste y edad: Un factor decisivo para evitar fallos
Aunque no siempre es visible, el desgaste y la edad del neumático tienen un gran impacto en su rendimiento. La goma se envejece con el tiempo, y los neumáticos pierden su elasticidad y capacidad de adherencia. AFANE recomienda no tener en cuenta solo el desgaste visible de la banda de rodadura, sino también la antigüedad del neumático. La mayoría de los expertos sugieren cambiar los neumáticos cada cinco años, independientemente del desgaste.
Un neumático en mal estado o envejecido es más susceptible a los pinchazos y reventones, especialmente durante el verano, cuando el asfalto puede alcanzar temperaturas extremadamente altas. De hecho, la mitad de los conductores ha sufrido alguna vez un pinchazo en la carretera. Aunque pueda parecer un incidente leve, un pinchazo inesperado puede derivar en un accidente grave si se produce a alta velocidad o en una vía muy transitada.