En el mundo de los coches de lujo, la seguridad es una prioridad, sin embargo, los ladrones han encontrado nuevas y sofisticadas formas de apoderarse de estos vehículos, explotando una vulnerabilidad inesperada: su transporte. Un reciente caso en Estados Unidos ha puesto en evidencia cómo los delincuentes utilizan tecnología y engaño para hacerse con automóviles de alto valor sin necesidad de forzar una cerradura o encender un motor sin llave.
El último afectado por esta tendencia es Nader Eldamouni, un residente de Michigan que decidió adquirir un exclusivo Rolls-Royce Dawn descapotable, valorado en 300.000 dólares. Junto con su socio comercial, Eldamouni compró el vehículo en el sur de Florida y contrató un servicio de transporte para trasladarlo hasta Detroit, a más de 2.000 kilómetros de distancia. Sin embargo, el coche nunca llegó a su destino. Lo que parecía ser una transacción segura terminó convirtiéndose en un sofisticado robo.
Así los delincuentes robaron este vehículo
Eldamouni no es la única víctima de este tipo de crímenes. Tras darse cuenta de que su coche había desaparecido, se contactó con el canal de noticias 7News Miami, donde descubrió que un caso similar había ocurrido recientemente con un Ferrari enviado desde Nueva York a Houston, pero que terminó en Miami. Esto sugiere que los ladrones están utilizando métodos organizados y bien planificados para interceptar vehículos de lujo en tránsito.
Uno de los métodos más efectivos que han empleado es el hackeo de los sistemas de las empresas de transporte. En el verano pasado, un delincuente en Florida logró acceder a la base de datos de Dealer’s Choice Auto Transport, una empresa de logística de vehículos. A través de este acceso, pudo ver los horarios de entrega, la información de los conductores y, lo más preocupante, modificar las direcciones de destino de los vehículos. De este modo, un Maybach GLS600 y un Rolls-Royce Cullinan, con un valor combinado de más de 600.000 dólares, terminaron en manos equivocadas sin que nadie sospechara hasta que fue demasiado tarde.
¿Cómo hicieron para poder robar el vehículo de forma sigilosa?
“El delincuente hackeó el portal del conductor y sabía qué vehículos estaban siendo transportados, conocía los movimientos y contactos de los transportistas”, explicó Steven Yariv, director ejecutivo de Dealer’s Choice Auto Transport. “Después, simplemente se hizo pasar por el destinatario y dio una nueva dirección de entrega con toda la información correcta. El conductor, sin sospechar nada, entregó el coche a los ladrones sin ningún problema”.
Estos robos demuestran cómo la tecnología, que se supone debe mejorar la seguridad y eficiencia del transporte de vehículos, puede convertirse en un arma de doble filo. Con los sistemas digitales expuestos a vulnerabilidades, los criminales han perfeccionado una estrategia que les permite robar coches de lujo como estos Rolls-Royce sin violencia ni sospechas inmediatas. Para los propietarios de estos vehículos, la única solución parece ser extremar las precauciones y trabajar con empresas que implementen medidas de seguridad adicionales para evitar ser la próxima víctima de esta revolucionaria forma de robo.