La preocupación por el medio ambiente, dados los altos índices de contaminación sobre todo en grandes ciudades, y el contrastado cambio climático, provocaron en los años 90 que los gobiernos, entre muchas de las medidas para paliar este fenómeno, implantasen la obligatoriedad de llevar en el sistema de expulsión de gases, un catalizador que redujera el nivel de emisiones toxicas al aire.
El sistema de escape se utiliza en los vehículos desde hace más de 125 años. Este dispositivo desempeña un papel esencial en el buen funcionamiento del motor. Además de reducir las emisiones contaminantes, también reduce la contaminación acústica.
2Los avances tecnológicos en el tubo de escape
Hace décadas, un conducto de escape era un tubo de chapa, carente de tecnología, para ventilar los gases lo más lejos posible de la admisión del motor. Hoy en día, los fabricantes compiten entre sí para transformar este simple tubo metálico en una tecnología que contribuya a la gestión y descontaminación del motor.
Con el tiempo, las funciones de la línea de escape se han multiplicado. Además de la evacuación de gases, la primera tarea fue la disminución del ruido. Con la incorporación de sistemas como el silenciador, los ingenieros consiguieron atenuar el ruido del motor de combustión. Y con la implantación de los catalizadores y los filtros anti partículas, durante el cambio de siglo, se emprende la batalla contra la contaminación y el calentamiento global. Las normas anticontaminación y la investigación en el sector del automóvil han dado lugar al diseño de coches más económicos y limpios: un coche diseñado en 2021 emite 8 veces menos contaminantes que un vehículo de 1995 y 25 veces menos que un coche de 1980.