El robo de faros de coches no es un fenómeno nuevo. Ya en la década de los 90, se registraron casos en países como España, Italia y Francia. En aquella época, los faros de xenón eran los más codiciados por su alto valor en el mercado negro. Sin embargo, el problema parecía haberse controlado en los últimos años.
Desafortunadamente, el robo de faros ha vuelto a resurgir con fuerza en los últimos meses. Se han detectado casos en varios países europeos, incluyendo España, Alemania y Reino Unido. Los modelos más afectados son los de alta gama, como Audi, BMW y Mercedes-Benz, que equipan faros LED de última generación.
1¿Por qué se roban los faros?
Existen dos razones principales detrás del robo de faros: El alto valor en el mercado negro: Los faros LED de alta gama pueden llegar a costar miles de euros en el mercado oficial. Los ladrones pueden venderlos por un precio mucho menor, pero aún así obtener un beneficio considerable.
Uso en plantaciones de marihuana: Los faros LED son muy eficientes y generan poco calor, lo que los hace ideales para alimentar plantaciones de marihuana indoor. Los ladrones pueden desmontar los faros y utilizarlos para iluminar sus cultivos sin que se dispare el consumo eléctrico ni se eleve la temperatura del lugar.
El robo de faros no solo supone un perjuicio económico para los propietarios de los vehículos, sino que también puede ocasionar daños importantes en la carrocería. Los ladrones suelen forzar los faros para extraerlos, lo que puede dejar abolladuras, arañazos y otros desperfectos. Además, el vehículo queda inmovilizado hasta que se reparan los daños y se instalan nuevos faros
