Spofec ya había mostrado de lo que era capaz con un Rolls-Royce Cullinan, pero esta vez no es un Cullinan corriente, sino su versión Black Badge, la cual ya incorpora mejoras visuales y de motor desde la propia fábrica.
V12 con 707 CV
Sin embargo, esto no ha impedido que le hayan dado un poco más de empuje al V12 de 6,75 litros que trae de serie, por lo que le han instalado su propio módulo para la centralita y le han dotado de un escape deportivo con sistema de apertura de válvula (opcional); por lo que el coche genera ahora nada menos que 707 CV de potencia y 1.060 Nm de par. Gracias a esto, y a pesar de ser un coche de 2,7 toneladas, el Cullinan Black Badge de Spofec es capaz de hacer el 0 a 100 en 4,6 segundos, tres décimas más rápido que el modelo se serie.
Por si todo esto fuera poco, la compañía también lo ha dotado de un módulo de control para la suspensión neumática que rebaja el coche en unos 40 milímetros. Las llantas de 24 pulgadas, desarrolladas junto con Vossen son otro de los elementos más destacados del coche, aunque hay uno todavía más imponente. Hablamos del kit de ensanche con el que han equipado el coche, un kit que hace que la zona delantera sea 10 centímetros más ancha, mientras que la trasera aumenta en 12. A esto se suman distintos elementos extra, como el paragolpes delantero nuevo, el alerón posterior montado en el portón o el difusor más agresivo en la zona posterior.
