Hace prácticamente un año que la exclusiva firma de Goodwood nos sorprendía a todos con una completa actualización de su primer SUV, que por otra parte se ha convertido en su modelo más exitoso a nivel mundial. Hablamos del impresionante Rolls-Royce Cullinan Series II, una joya que no ha tardado demasiado en pasar por las manos del controvertido especialista alemán Mansory. Quienes ahora nos han deleitado con esta criatura tan especial y bautizada con el nombre de Linea D’Arabo.
Todos y cada uno de los elementos estéticos y aerodinámicos que adornan la carrocería de este Rolls-Royce Cullinan no son nuevos, porque vienen heredados de los que el especialista alemán viene ofreciendo desde hace algún tiempo para la actualización del exclusivo SUV de la compañía británica. Sin embargo, los toques personales si que son únicos para este Linea D’Arabo, comenzando por los detalles en color cobre.
No es el primer Rolls-Royce Cullinan Series II creado por Mansory
De ese tono se han personalizado las lamas de su enorme parrilla delantera e incluso el legendario ‘Espíritu del Éxtasis’ que adorna el capó de este Rolls-Royce Cullinan, tras el cual se ha instalado un capó personalizado con letras árabes, que tienen su continuidad en los faldones laterales, en el difusor trasero, en el alerón posterior… Y en otros muchos elementos estéticos que los chicos de Mansory han creado con ligera fibra de carbono para el inmenso SUV de Goodwood.
Como no podía ser de otra forma, ese color cobre también se ha trasladado a diferentes partes de la carrocería de este Rolls-Royce Cullinan Linea D’Arabo. Incluso llega para vestir por completo sus enormes llantas de 24 pulgadas. Se trata del modelo FD.15 que ha sido especialmente creado para los modelos de la firma de Goodwood y que lucen un centro autonivelante, para que en este caso se vea siempre el emblema de Mansory y no el de Rolls-Royce en posición horizontal. Por cierto, esas llantas se calzan con unos enormes neumáticos en medida 295/30 R24.
Un interior que sigue los pasos de su carrocería
La misma temática del exterior de este Rolls-Royce Cullinan Linea D’Arabo es la que Mansory y sus artesanos han trasladado al interior de esta joya, cuyos asientos, puertas, salpicadero y demás partes se ha vuelto a tapizar con un suave cuero de alta calidad que ha sido teñido en colores negro y marrón. No podían faltar unos bordados personalizados, ni tampoco unas molduras confeccionadas para la ocasión en la que se plasman esas letras árabes en color cobre. Tono que también predomina en miles de detalles en el interior de esta joya creada a mano.
Todos estos motivos no solo son exclusivos de los ocupantes de las plazas delanteras, porque los viajeros de los asientos posteriores se van a beneficiar de todas esas mejoras… y de algunas más. Básicamente porque esos dos asientos traseros cuentan con todo tipo de regulaciones para viajar como auténticos señores y disfrutar en primicia de un maravilloso ‘starlight headliner’ que los maestros de Mansory han creado en exclusiva para este Rolls-Royce Cullinan Linea D’Arabo.
Los 570 CV del Rolls-Royce Cullinan eran pocos para Mansory
Todos los maravillosos Rolls-Royce Cullinan abandonan la artesanal factoría de Goodwood con un extraordinario corazón 6.75 V12 Biturbo bajo su largo capó delantero. Ese bloque eroga 570 CV de potencia, pero alcanza los 600 CV en el caso de los exclusivos Black Badge, precisamente la base sobre la que Mansory ha creado este Linea D’Arabo. Pero como no podía ser de otra forma, no se ha conformado con las cifras originales.
Para ello ha instalado su conocida Mansory Power Box, que se acompaña además de un completo sistema de escape creado a la medida del poderoso SUV de Goodwood. De ahí que este Rolls-Royce Cullinan Linea D’Arabo presuma de generar 720 CV de potencia así como 1.050 Nm de par motor (de serie son 900 Nm). Cifras que son enviadas a sus cuatro ruedas por medio de un cambio automático con 8 velocidades para mover con enorme soltura las más de 2,7 toneladas de peso que anuncia esta criatura, capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en solo 4,8 segundos y alcanzar una velocidad punta que se ha limitado a 250 km/h.
Fotos: Mansory