Corría el año 2015 cuando la compañía de Goodwood, siguiendo el éxito cosechado con el majestuoso Rolls-Royce Phantom Drophead Coupé, se animaba a lanzar al mercado su impresionante Rolls-Royce Dawn, un sensacional vehículo descapotable que tomaba como punto de partida su conocido Wraith.
A pesar de que Dawn y Wraith compartían ADN, además de unas particulares puertas de apertura inversa a la marcha, la casa británica aseguraba que el 80% de los paneles que conformaban la carrocería de este descapotable eran ‘completamente únicos’. También sobresalía por encima del Coupé gracias a su capota de lona de accionamiento eléctrico, la cual se podía poner y quitar en cuestión de 22 segundos a velocidades de hasta 50 km/h.
Un 6.6 V12 Biturbo animaba a los Rolls-Royce Dawn
Para animar a los Rolls-Royce Dawn, los de Goodwood apostaban por el conocido bloque 6.6 V12 Biturbo, un motor que también estaba presente en los Wraith y Ghost. Este fue lanzado al mercado con 571 CV de potencia, cifra que escalaba hasta los 602 CV en el caso de las variantes Black Badge que aparecieron en el año 2017. Independientemente de la versión elegida por su afortunado cliente, este majestuoso descapotable es sorprendentemente rápido. Todo ello teniendo en cuenta que miden 5,29 metros de largo y que superan las 2,6 toneladas de peso.
Los chicos de Goodwood no admitían pedidos de sus Rolls-Royce Dawn y Rolls-Royce Wraith desde el mes de marzo de 2022. Sin embargo la producción en su artesanal línea de montaje tuvo que continuar para finalizar los pedidos que tenían encargados. Parece ser que el vehículo descapotable con mayor éxito en la historia de la firma británica no va a tener sucesor directo a corto plazo, aunque no descartes que en un futuro veamos un digno reemplazo con mecánica eléctrica.
Podría llegar un Spectre descapotable como reemplazo
De ser así estaríamos hablando de una versión descapotable del conocido Rolls-Royce Spectre, un sensacional Coupé ‘0 emisiones’ cuya carrocería con 5,45 metros de largo luce un diseño inconfundible, bajo el que esconde una mecánica eléctrica que le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 4,5 segundos y anunciar una autonomía media en ciclo WLTP de 520 kilómetros. Todo ello teniendo en cuenta que pesa 2.975 kilos.
