En el pasado Salón de Ginebra eran presentadas las versiones Black Badge para los exclusivos Rolls-Royce Ghost y Rolls-Royce Wraith. Semejantes versiones fueron desarrolladas por los expertos del departamento Bespoke para aquellos clientes que demandan un elegante vehículo capaz de ofrecer el máximo refinamiento, pero sin descuidar en ningún momento el dinamismo y el placer de conducción, detalles que en la mayoría de los Rolls-Royce se obvia en busca de un elevado confort de marcha para el pasaje.
Acaricia los 600 CV
Ahora la novedad es que estas versiones Black Badge llegan a los nuevos Rolls-Royce Dawn, por lo que para comenzar, su corazón 6.6 V12 Biturbo es más potente que en las versiones «convencionales». Gracias a diferentes retoques mecánicos, su propulsor pasa de 563 a 593 CV de potencia, del mismo modo que su par motor escala de 780 a 840 Nm.
Rolls-Royce ha retocado la forma de trabajar de su transmisión automática ZF de 8 velocidades, al igual que han revisado el tacto de su dirección o sus suspensiones, mientras que el equipo de frenos ahora cuenta con unos discos de mayor diámetro. Todo ello viene enfocado con el fin de incrementar el dinamismo en su justa medida. Y para ello también ayuda un nuevo sistema de escape capaz de realzar el sonido de su V12 Biturbo, aunque este es variable y tiene un modo de funcionamiento «LOW» para no molestar al pasaje.
Las mismas prestaciones
Semejante criatura mide 5,28 metros de largo y pesa 2.560 kilos de peso. A pesar de ese extra de energía (30 CV y 60 Nm), estos Rolls-Royce mantienen las mismas prestaciones, pues este descapotable de cuatro plazas es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en sólo 4,9 segundos y puede alcanzar los 250 km/h de velocidad máxima.
Rolls-Royce lo va a presentar en el Festival de la Velocidad Goodwood y allí llegará con una decoración tirando a «siniestra», porque estos Black Badge se ofrecerán con una carrocería pintada en color negro. Este mismo tono incluso se traslada al inconfundible «Espíritu del Éxtasis» que decora su parrilla delantera, también con un toque satinado. La oscuridad de su exterior se traslada también a su habitáculo, porque el cuero de color negro tapiza sus asientos, paneles de las puertas, salpicadero… Tampoco desentonan las molduras en «piano black» y el único toque de color lo ponen los detalles en color naranja, pero ya sabes, la personalización en Rolls-Royce es un mundo aparte y podrás hacer de tu exclusivo Dawn Black Badge una pieza única e irrepetible. Será por dinero…