Un Rolls-Royce Phantom ya es un lugar más que especial en el que adentrarte. Con todo tipo de lujos y la más alta calidad de los materiales, allá donde mires o pases tu mano encontrarás lo mejor de lo mejor.
Un trabajo artesano y único
Sin embargo, el largo debate sobre si un coche puede ser considerado arte o no, ha llevado a la firma británica a hacer más impresionante el interior de uno de sus Phantom. Y no para reivindicar el coche como arte en si mismo, sino para que el vehículo actúe como galería para el verdadero trabajo artesanal.
Este interior ha sido hecho por una firma suiza llamada Nature Squared. La compañía ha cogido plumas, una a una, de distintas aves, para colocarlas de manera individual en el salpicadero del coche. Esta idea nació por primera vez como prototipo en 2017, y ahora ha sido entregado el modelo a Abu Dhabi Motors.
Las plumas elegidas tienen un toque brillante de diferentes colores, a modo iridiscente, de ahí el nombre del coche. En total se han empleado más de 3.000 plumas de las colas de distintos pájaros para hacer este asombroso salpicadero. Además, el reloj también tiene un acabado colorido, gracias a que está hecho nácar, o madreperla.