Las rotondas, también conocidas como glorietas, son una solución eficaz dentro de las infraestructuras viales para mejorar la fluidez del tráfico y reducir la siniestralidad. Su diseño y funcionamiento promueven un tráfico más seguro y eficiente, obligando a los conductores a reducir la velocidad y a tomar decisiones más conscientes al incorporarse o salir de ellas.
Una rotonda holandesa, también conocida como intersección con diseño holandés, es un tipo de glorieta diseñada específicamente para mejorar la seguridad de ciclistas y peatones. Este diseño se originó en los Países Bajos, donde la infraestructura para bicicletas es una prioridad. Las características principales de una rotonda holandesa incluyen un anillo de bicicletas separado, cruces específicos para peatones y ciclistas, prioridad para estos últimos, y entradas y salidas claramente delimitadas.
4Ciclistas y peatones
Los ciclistas deben utilizar el anillo de bicicletas al acercarse a la rotonda y seguir las señales y cruces designados para bicicletas. En la mayoría de los casos, los ciclistas tendrán prioridad sobre los vehículos motorizados, pero siempre es recomendable asegurarse de que el conductor los haya visto antes de cruzar. Los ciclistas deben circular en sentido antihorario alrededor de la rotonda.
Los peatones deben utilizar los pasos de cebra designados para cruzar la carretera. Generalmente, los peatones tienen prioridad sobre los vehículos motorizados, pero es prudente asegurarse de que los conductores se estén deteniendo antes de cruzar.
Este diseño promueve una mayor seguridad y eficiencia en la circulación, reduciendo los conflictos entre diferentes tipos de usuarios de la vía.