Las rotondas, consideradas por muchos conductores como simples desvíos en su ruta diaria, son, en realidad, los puntos de encuentro más peligrosos en nuestras carreteras. Su diseño circular y la circulación rotatoria que las caracteriza las convierten en lugares propensos a accidentes cuando no se respetan las normas establecidas.
La Dirección General de Tráfico (DGT), en su afán por garantizar la seguridad vial, impone sanciones severas a aquellos que incurren en conductas imprudentes dentro de estas infraestructuras viales.
3La multa de 500 euros y el delito grave
Una de las infracciones más comunes en las rotondas es el cambio de carril de manera indebida. Este comportamiento, que implica cruzar de un carril a otro sin motivo justificado, aumenta significativamente el riesgo de accidentes y pone en peligro a otros usuarios de la vía. Las consecuencias de esta acción pueden ser graves, con multas que llegan hasta los 500 euros y la retirada de 6 puntos en el carné de conducir.
La conducción temeraria dentro de una rotonda, combinada con excesos de velocidad, se considera un delito grave. La policía puede imponer penas de cárcel a quienes pongan en peligro la seguridad vial de esta manera. Es evidente que muchos conductores desconocen las normas básicas para circular correctamente en una rotonda, lo que contribuye a la frecuencia de errores y accidentes en estas infraestructuras.