Cuando pensamos en los elementos que configuran el paisaje de las carreteras españolas, las rotondas, o glorietas, emergen como uno de los protagonistas indiscutibles. Su presencia ha pasado de ser un simple recurso de gestión del tráfico a un verdadero fenómeno de infraestructura vial, tanto por su cantidad como por la relevancia que han ganado en la cultura y movilidad española.
España, que ocupa un meritorio quinto puesto en el ranking mundial de países con más glorietas, cuenta con 15.053 distribuidas a lo largo de su territorio. Esta cifra la coloca detrás de gigantes europeos como Francia, líder absoluto con 42.986, y el Reino Unido, con 25.976. Italia se posiciona ligeramente por delante de España con 18.172, mientras que Brasil cierra el Top 5 con 11.854.
3Una cultura de rotondas
A nivel internacional, las también tienen un peso significativo en la cultura y el turismo. Francia, además de ser el país con más rotondas, alberga algunas de las más icónicas, como la famosa Plaza de la Estrella que rodea el Arco del Triunfo en París. Esta glorieta no solo es un emblema de la ciudad, sino un desafío logístico para los conductores debido a la complejidad de su diseño y al tráfico incesante que la rodea. Del mismo modo, en Reino Unido, la «Rotonda Mágica» en Swindon ha ganado notoriedad por su diseño excéntrico: seis rotondas más pequeñas dentro de una gran rotonda central, lo que la convierte en un verdadero rompecabezas para quienes se aventuran a conducir por ella. .
A nivel mundial, la rotonda más grande está en Malasia, rodeando el palacio real de Istana Melawati con unos imponentes 3,5 kilómetros de diámetro. Si bien no es una rotonda tradicional en el sentido clásico, su tamaño titánico la ha convertido en un verdadero hito en términos de infraestructuras viales.