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Todo lo que tienes que saber antes de convertirte en conductor de ambulancia

Ser conductor profesional es un trabajo que, como su nombre indica, engloba a todos los trabajadores que se dedican a conducir vehículos a motor, ya sea para transportar personas o mercancías. Si te gustaría pasarte el resto de tu vida laboral al volante, puedes optar por conducir un autobús, ser transportista o conductor de ambulancia.

Como puedes suponer, es un puesto de trabajo que requiere una sensibilidad especial y formación en emergencias médicas. Quien se pone cada día al volante de una ambulancia sabe que va mucho más allá de transportar pacientes a un hospital. Son profesionales que tienen que tener habilidades al volante, ser capaces de actuar con rapidez y precisión, gestionar los momentos de estrés y además deben tener conocimientos médicos básicos.

Una emergencia es impredecible y la manera de actuar ante una puede ser completamente diferente a la siguiente. Por eso, a continuación te explicamos cuáles son los requisitos, la formación y otros aspectos a tener en cuenta para ser conductor de ambulancia.

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Requisitos y formación necesaria para ser conductor de ambulancia

Formación para ser conductor de ambulancia
Fuente: ILUNION

La formación más habitual para ser conductor de ambulancia es el grado medio en Formación Profesional de Técnico en Emergencias Sanitarias (TES). Es un programa educativo de dos años que se imparte en institutos y centros de FP y abarca conocimientos sobre primeros auxilios, traslado de pacientes, soporte vital básico y avanzado, además de pequeñas nociones de anatomía y fisiología.

Hay otra formación más específica, que sería positivo complementarla con la anterior, que es de Técnico en Transporte Sanitario. Es un curso ya mucho más centrado en la conducción de ambulancias, la gestión de la presión, las técnicas que se pueden utilizar y lo que no se debe hacer al volante. Incluso aprenderás a planificar las rutas y a inmovilizar correctamente a los pacientes.

Lógicamente, además de cursar estas formaciones académicas, es imprescindible contar con el permiso de conducir B para ambulancias convencionales o el tipo C en caso de vehículos de mayor tamaño (si supera los 3.500 kilos). En algunas comunidades autónomas se exige un certificado de profesionalidad de transporte sanitario. Es el que garantiza que el conductor de ambulancia conoce las normas de seguridad y salud aplicables a su trabajo, y se obtiene tras superar un curso homologado.

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