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Todo lo que tienes que saber antes de convertirte en conductor de ambulancia

Ser conductor profesional es un trabajo que, como su nombre indica, engloba a todos los trabajadores que se dedican a conducir vehículos a motor, ya sea para transportar personas o mercancías. Si te gustaría pasarte el resto de tu vida laboral al volante, puedes optar por conducir un autobús, ser transportista o conductor de ambulancia.

Como puedes suponer, es un puesto de trabajo que requiere una sensibilidad especial y formación en emergencias médicas. Quien se pone cada día al volante de una ambulancia sabe que va mucho más allá de transportar pacientes a un hospital. Son profesionales que tienen que tener habilidades al volante, ser capaces de actuar con rapidez y precisión, gestionar los momentos de estrés y además deben tener conocimientos médicos básicos.

Una emergencia es impredecible y la manera de actuar ante una puede ser completamente diferente a la siguiente. Por eso, a continuación te explicamos cuáles son los requisitos, la formación y otros aspectos a tener en cuenta para ser conductor de ambulancia.

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¿Qué habilidades se necesitan?

Conductor de ambulancia
Fuente: ILUNION

No todos los conductores profesionales deben tener las mismas habilidades, y con saber conducir o respetar las normas de tráfico no es suficiente. Por ejemplo, un conductor de ambulancia va a estar siempre en contacto con personas vulnerables o enfermas, y se puede encontrar desde casos leves hasta situaciones muy graves.

Tiene que tener habilidades de conducción que se aprenden en la formación que ya hemos comentado, con clases teóricas y prácticas. También es importante tener buen sentido de la orientación, agilidad mental y la capacidad para elegir la mejor ruta en pocos segundos.

Pero también son fundamentales las habilidades que van mucho más allá de la conducción en sí:

  • Saber gestionar bien el estrés y mantener la calma en situaciones límite.
  • Ser una persona empática con los pacientes y sus familiares.
  • Estar preparado para dar apoyo psicológico y sentimental.
  • Tener capacidad para trabajar en equipo.