Ser conductor profesional es un trabajo que, como su nombre indica, engloba a todos los trabajadores que se dedican a conducir vehículos a motor, ya sea para transportar personas o mercancías. Si te gustaría pasarte el resto de tu vida laboral al volante, puedes optar por conducir un autobús, ser transportista o conductor de ambulancia.
Como puedes suponer, es un puesto de trabajo que requiere una sensibilidad especial y formación en emergencias médicas. Quien se pone cada día al volante de una ambulancia sabe que va mucho más allá de transportar pacientes a un hospital. Son profesionales que tienen que tener habilidades al volante, ser capaces de actuar con rapidez y precisión, gestionar los momentos de estrés y además deben tener conocimientos médicos básicos.
Una emergencia es impredecible y la manera de actuar ante una puede ser completamente diferente a la siguiente. Por eso, a continuación te explicamos cuáles son los requisitos, la formación y otros aspectos a tener en cuenta para ser conductor de ambulancia.
3Funciones de un conductor de ambulancia
Desde fuera, podemos pensar que el trabajo de un conductor de ambulancia se basa en conducir desde el hospital al lugar en el que se ha producido la emergencia y a la inversa. Es buena parte del trabajo, pero realiza muchas más funciones.
Una de sus tareas es mantener limpia y cuidada la ambulancia por dentro y también todo el equipamiento médico que viaja en ella. Además, debe atender a los pacientes enfermos o que hayan sufrido accidentes si la emergencia lo requiere. Normalmente, aplica a accidentes o situaciones graves. Y entre sus tareas también se encuentra ayudar en el transporte y la movilización en la ambulancia.