Efectivamente, el verano es una de las épocas del año más complicadas para el coche. En resumen, nos centraremos en la playa: sal, arena y calor. Sin duda, el mar es uno de los destinos preferidos para las vacaciones, gracias al disfrute que producen a las personas. Sin embargo, si no tenemos cuidado, estos elementos pueden causar daños severos a nuestro vehículo.
A continuación, en el artículo te daremos una serie de recomendaciones a la hora de movernos y aparcar.
2La sal perjudica el coche
Entonces, la sal que se encuentra en el mar y, por lo tanto, en la brisa, favorece la corrosión de los materiales y perjudica al exterior como al interior del vehículo. Pudiendo deteriorar los elementos metálicos y el motor. A la vez, también puede afectar a los frenos, provocando un funcionamiento anómalo de este importante componente con la aparición de vibraciones, ruidos, endurecimiento del pedal e incluso desviando la dirección del coche durante las frenadas.