Es un espectáculo que a menudo inquieta a los conductores: al arrancar el motor del coche, de repente se observa agua saliendo del tubo de escape. Aunque puede parecer anormal y suele despertar todas las alarmas de los afectados, en la mayoría de los casos este fenómeno es completamente común, no trae peligro y está relacionado con el funcionamiento básico del corazón del vehículo.
Durante el proceso de combustión interna, se genera vapor como uno de los subproductos. Este proviene de la reacción entre el oxígeno del aire y el hidrógeno de los combustibles, que en realidad son hidrocarburos. El vapor se mezcla con los gases resultantes de la combustión y se dirige hacia el sistema de escape. Cuando el motor está frío y el sistema de escape aún no ha alcanzado una temperatura óptima, tiende a condensarse en gotas, que luego son expulsadas por la presión de los gases. Este fenómeno es similar al que ocurre en un aire acondicionado.
¿Es peligroso que salga agua por el tubo de escape?
La presencia de agua en el tubo de escape es más notoria cuando el corazón del coche acaba de arrancar. Durante estos primeros minutos, las tuberías del sistema de escape están frías, lo que favorece la condensación del vapor. Sin embargo, a medida que el motor y el sistema de escape se calientan, se convierte en gas y se expulsa en forma de vapor blanco, que es común en condiciones de bajas temperaturas exteriores. Si el vehículo ya ha estado en funcionamiento durante un tiempo suficiente, la temperatura del sistema de escape será lo suficientemente alta como para evitar la formación de gotas.
No obstante, hay situaciones en las que la presencia del agua en el tubo de escape puede ser indicativa de problemas más serios. Si se observa que sale en grandes cantidades y tiene un color turbio, es posible que se trate de líquido refrigerante. Esto podría indicar un fallo en la junta de la culata o una grieta. Otra señal de problemas graves es la presencia de humo blanquecino acompañado de agua, lo que podría señalar una rotura de los anillos del pistón. En estos casos, es importante observar otras señales: si se nota una pasta verde o blanquecina, esto podría ser una mezcla de aceite con refrigerante, indicando una posible contaminación que requiere atención inmediata en el taller. Asimismo, si el humo blanquecino es persistente y maloliente, puede ser un signo de daños graves en el motor.
No es solo por combustión: ¿qué otros motivos causan que salga agua por el tubo de escape?
En ciertos casos, la aparición de líquido en el tubo de escape puede ser resultado de haber cruzado un charco profundo o de la inundación temporal del área donde se estaciona el coche. En estos casos, puede haberse acumulado en el sistema de escape, pero generalmente se expulsa sin causar daños significativos.
Finalmente, es importante recordar que los vehículos que se utilizan solo para trayectos cortos pueden acumular agua de condensación en el tubo de escape y en el aceite lubricante, ya que estos componentes no se calientan lo suficiente para evaporarla. Para evitar posibles problemas, es recomendable realizar viajes más largos con regularidad para asegurar que el sistema de escape y el aceite alcancen temperaturas adecuadas para la completa evaporación.
