La elección entre un scooter eléctrico y uno de gasolina puede ser una decisión crucial para muchos motociclistas urbanos. La promesa de ahorro en gasolina, mantenimiento y la contribución a la sostenibilidad ambiental suenan atractivas, pero ¿realmente las cuentas cuadran?
En este artículo, exploraremos las diferencias financieras y prácticas entre dos candidatos: la SEAT MO, representando a los scooters eléctricos, y la Kymco Agility City 125, en representación de los scooters de gasolina.
1Scooters eléctricos: en busca de la relación calidad-precio ideal
Al embarcarse en la búsqueda de una moto eléctrica para un uso urbano diario, el autor se encontró con un panorama desafiante. Las opciones en el segmento de las 125 eléctricas no eran tan abundantes como se esperaba. La velocidad limitada de algunas, la necesidad de dos baterías para alcanzar una autonomía aceptable y la falta de potencia nominal en comparación con las motos de combustión complicaban la elección.
La prioridad estaba clara: encontrar la moto con la mejor relación calidad-precio, respaldada por una red de distribución y talleres oficiales en toda España. La SEAT MO se destacó como una opción atractiva, con 100 km de autonomía real, diseño atractivo y la conveniencia de poder cargarla en casa gracias a su batería tipo trolley. Sin embargo, la disparidad de precios entre las motos eléctricas y de gasolina planteaba un desafío financiero inicial.
