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¿Se averían más los coches eléctricos que los gasolina o diésel? El ADAC alemán tiene la respuesta

El ADAC alemán, el club de automovilistas más grande de Europa, ha publicado recientemente su estudio anual sobre los coches más fiables del mercado. El informe recoge datos de los más de 3,5 millones de asistencias en carretera que sus mecánicos llevaron a cabo el año pasado, en total, una cada nueve segundos, y se fija especialmente en el número de fallos localizados en los automóviles eléctricos frente a los que montan motores de combustión.

En total, las estadísticas del ADAC han tenido en cuenta 156 modelos de 20 marcas de automóviles a la venta en Europa, 30 de ellos eléctricos. Entre sus conclusiones, el estudio destaca que estos últimos son cada día más fiables.

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Otras causas de averías comparables

El segundo problema más común de averías en los coches son los neumáticos defectuosos. A estas le siguen los fallos en el generador, el motor de arranque, la propia red de a bordo y la iluminación. Problemas que están presentes más o menos por igual en los coches eléctricos y en los motores de combustión (0,1 por mil de diferencia). Los componentes de carrocería, propulsión, frenos y chasis se mantienen también sin diferencias significativas.

Según el ADAC, todavía habrá que esperar un tiempo para seguir analizando conclusiones que avalen que los vehículos eléctricos son menos propensos a sufrir averías que los de combustión, ya que la tecnología de los eléctricos todavía está en plena expansión, por lo que la probabilidad de averías se podría reducir aún más a medida que se implementen mejoras técnicas.

También hay que esperar para evaluar si los neumáticos, que están expuestos a un estrés mucho mayor debido al gran peso de los coches eléctricos, resistirán el paso de los años de la misma manera que en los coches de combustión, ya que no se puede actualmente comparar el kilometraje de unos y de otros. Los ejes, las suspensiones y los frenos también deben soportar cargas mayores o diferentes y se desconocen las consecuencias a largo plazo.

Tampoco se tienen por el momento estadísticas sobre si las baterías de propulsión funcionarán durante un período de tiempo comparable al de los motores de los coches de combustión interna.

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