Durante todo el año, los vehículos pueden sufrir averías, pero es en verano cuando se registra un mayor número de incidentes. Según Recomotor, una startup especializada en piezas recuperadas, las averías aumentan un 5% durante esta época del año.
Las causas detrás de este fenómeno son varias, pero principalmente coinciden en tres factores. En primer lugar, los viajes de larga duración y recorridos extensos propios de las vacaciones de verano. En segundo lugar, la menor atención que se suele prestar al mantenimiento del coche durante esta temporada. Y por último, el incremento de las temperaturas.
1Averías del aire acondicionado y del sistema de enfriamiento
Precisamente el aumento de las temperaturas en verano provoca que el mayor número de problemas estén relacionados con el aire acondicionado, el radiador, el sistema de enfriamiento y los neumáticos. Estos componentes se ven sometidos a un mayor esfuerzo debido a las altas temperaturas y al uso intensivo del aire acondicionado para combatir el calor.
El sistema de enfriamiento del coche, encargado de mantener una temperatura adecuada del motor, puede sufrir fallos como fugas de refrigerante, obstrucciones o problemas en el termostato. El aire acondicionado también puede presentar averías, como pérdida de gas refrigerante, fallos en el compresor o problemas en los conductos de ventilación. Además, los neumáticos son más propensos a sufrir pinchazos o reventones debido al desgaste y al calor extremo.