El futuro de Seat se va despejando, y afortunadamente es para bien. Tras unos años en los que se puso en duda su continuidad como marca de coches (durante un tiempo tuvieron scooter eléctricos en su gama), los buenos resultados obtenidos el pasado ejercicio han llevado al Grupo Volkswagen a replantearse la estrategia, por fortuna para los que tenemos un gran cariño a esta marca nacida en España.
Pese a haber reducido su gama a la mínima expresión con la desaparición del Tarraco (sólo quedan Ibiza, Arona, Ateca y León), Seat va a dar comienzo a la renovación de su gama existente. Y parece que los primeros van a ser el Arona, del que ya publicamos unas fotos espía, y el Ibiza, que pese a su veteranía sigue siendo uno de los modelos con más demanda del mercado.
Y es que esta quinta generación de este utilitario data de 2017, lo que le convierte en uno de los modelos más veteranos de la categoría. Bien es cierto que ya fue renovado a mediados de 2021 mientras que en 2024, coincidiendo con la celebración de su 40 aniversario, se puso a la venta una edición especial con bastantes cambios.
La nueva actualización del Seat Ibiza será más profunda
Todo parece indicar que esta renovación va a ser significativamente más importante que las anteriores, pues habrá cambios tanto en el frontal como en la trasera. Lo más importante estará delante, con nuevos faros, paragolpes y parrilla. Detrás las modificaciones serán más leves, centrándose en la distribución de las funciones de los pilotos, y posiblemente el diseño del paragolpes.
Respecto a la gama de motores. no se esperan grandes cambios y parece poco probable que el Ibiza vuelva a tener alguna versión con etiqueta Eco. En el pasado, esta opción pasaba por la versión alimentada por GNC (Gas Natural Comprimido), que fue descatalogada hace tiempo. Y la opción de que se la otorgue la hibridación ligera se antoja improbable, pues para elle debería producirse un cambio (o más bien una evolución) de plataforma.
Por aclarar el tema, el Grupo Volkswagen comenzó a utilizar sistemas de hibridación ligera en sus modelos con motor transversal a raíz del lanzamiento de la plataforma MQB Evo, que en el caso de Seat sólo está presente en el León. La del Ibiza, así como del Arona y el Ateca, es una evolución anterior que debería adaptarse para este tipo de sistema de propulsión. De hecho, actualmente ningún modelo del segmento B (turismo o SUV), desde el VW Polo hasta el Audi Q2, dispone de otra etiqueta que no sea la ‘C’.
Dicho esto, el Ibiza seguirá contando con el bloque 1.0 de tres cilindros tanto en su versión atmosférica (MPI), que actualmente se ofrece unido a una caja de cambios manual de cinco velocidades, como turboalimenado (TSI), con 115 CV y la opción de escoger entre una transmisión con embrague tradicional y seis relaciones o una DSG con doble embrague automatizado y siete velocidades. La opción más potente es el 1.5 TSI EVO de 150 CV que, en el caso del Ibiza (también del Arona) va asociado obligatoriamente a la caja DSG.
Cabe destacar que estos dos últimos motores cuentan o han contado con hibridación ligera en otros modelos (por ejemplo, el VW Golf 8 previo al restyling), eso sí, siempre asociado a la caja DSG. Por tanto, en caso de llegar al Ibiza, lo haría sí o sí en estas condiciones, nunca junto a la transmisión manual.
Donde habrá cambios, quizá los más importantes, será en el habitáculo, con un volante actualizado(en una de las imágenes de aprecia la parte inferior achatada) y un sistema multimedia dotado de la última tecnología disponible para este segmento. La presentación del Ibiza se producirá en el último cuarto de este mismo año, de cara a su puesta a la venta para finales de 2025 o principios de 2026. A modo de curiosidad, la quinta generación del Ibiza se va a convertir en la más longeva de la historia, pues las anteriores nunca superaron los 9 años de vida.
Galería de imágenes espía del Seat Ibiza 2026
Fotos: SH Proshots