Tenemos que retroceder en el tiempo seis días, porque el pasado viernes tuvimos la oportunidad de viajar hasta Barcelona para conocer en vivo y en directo estos actualizados Seat Ibiza y Seat Arona que ahora ven la luz.
Y es que la firma española pone a tono estos dos modelos de éxito, que llevan cuatro años en el mercado, porque ambos vieron la luz en 2017 (enero el Ibiza y julio el Arona). Y lo hace de una forma muy sutil, pero con cambios realmente palpables que además de refrescar sus imágenes, conllevan un gran salto evolutivo para continuar poniendo las cosas muy complicadas a sus rivales directos, sobre todo en el Arona, que el pasado año fue líder en su segmento y desde que vio la luz lleva acumuladas más de 350.000 unidades en toda Europa. Mientras tanto del Ibiza no podemos decir nada, porque nacido en 1984, hablamos de un utilitario que España debería institucionalizar para convertirlo de interés público. Y más esta quinta generación, la cual romperá la barrera de los seis millones de ejemplares. Se dice pronto.
En su presentación se habló de evolución y revolución, dos palabras que se asocian a la perfección a las mejoras que llegan a ambos modelos. Y en su justa medida.
Un exterior que evoluciona
Evolución en materia de diseño, porque el cliente aseguran, no buscaba un cambio rompedor. Por eso este actualizado Seat Ibiza mantiene su característico diseño, que a día de hoy parece tan fresco como el primer día. A pesar de ello aparecen cambios en sus paragolpes, que varían sus formas dependiendo de si hablamos de un Reference, un Style, un Xcellence o un FR.
Además, ahora toda la iluminación exterior pasa a tener tecnología LED (cierto es que el antiniebla trasero y la luz de marcha atrás mantienen la típica bombilla) desde el acabado de acceso, que apuesta por un sistema denominado Eco LED, quedando en opción, o de serie en los tope de gama el Full LED, mucho más avanzado con luces de carretera activas, por ejemplo.
Para este Ibiza, que mantiene sus proporciones exteriores (mide 4,06 metros de largo) también se han ideado nuevos diseños de llantas de 17 y 18 pulgadas, además de sutiles detalles como los emblemas en un acabado anodizado o su nombre escrito en el portón trasero con la nueva tipografía propia de la firma. Y remata la jugada los nuevos colores Azul Zafiro y Azul Asfalto, que se añaden para hacer un total de nueve colores disponibles para su carrocería.
Más aventurero y con acabado Xperience
Pero el cliente de Arona quería que el exitoso SUV urbano, el primero en el segmento SUV-B de Seat, tuviera un aire más aventurero. Dicho y hecho, de forma que ahora este Arona luce unos cambios exteriores más palpables que los de su hermano.
Un cambio muy significativo es la introducción de dos nuevos faros frontales circulares, inspirados en los usados por un Cupra Formentor o por un Skoda Yeti, según nos remontemos en el tiempo. Hacen la función de luz antiniebla, pero tienen la particularidad de que son una opción para el nuevo nivel de acabado Xperience, que llega para reemplazar al Xcellence y que tiene diferentes toques de estilo para aportar cierto aire off-road.
Y claro está, para estos Arona también hay iluminación LED, nuevas llantas de hasta 18 pulgadas, además de tres nuevos colores, que ahora pueden combinarse con un techo en color blanco candy, tono que antes no estaba disponible y que se suma a los Negro Midnight y Magnetic Tech para la parte superior de la carrocería.
En su interior todo cambia. A mejor
Evolución exterior, pero revolución interior, porque el salpicadero de Ibiza y Arona es completamente diferente y se inspira en el del nuevo Seat León, porque ahora está presidido por una nueva pantalla táctil de estilo flotante que puede tener 8,25 o 9,2 pulgadas. A pesar de la llegada de esta gran pantalla, Seat ha tenido para bien mantener los mandos físicos del climatizador, detalle que se agradece. Además, la moldura que recorre por debajo esta pantalla con lo último en conectividad (hay Android Auto, Apple CarPlay, Full Link…) y con un avanzado sistema de reconocimiento vocal que responde al comando 'Hola Hola', sirve de punto de apoyo para accionarla, lo que simplifica su uso en marcha.
A ella se suma un cuadro de instrumentos Digital Cockpit de 10,25 pulgadas. Pero este no será de serie en todos los Ibiza y Arona.
Para aportar un toque extra de calidad ahora se emplea un nuevo material de tacto acolchado en su salpicadero, que se agradece, salpicadero que ahora luce unas salidas de ventilación circulares en sus extremos. Estas incluso cuentan con un colorido marco, además de que ofrecen retroiluminación y varían de color en función de su sistema de iluminación ambiental.
También llega un nuevo volante tapizado en Nappa para los Xcellence, Xperience y FR (ojo porque tiene 16 botones y hay versiones con DSG que no llevarán levas), así como nuevos tapizados para sus asientos, pero se mantienen detalles como el freno de estacionamiento de palanca o la ausencia de unas luces interiores para las plazas traseras en el Ibiza, detalle que el Arona si ofrece.
Por cierto, su habitabilidad se mantiene sin cambios, con excelentes valores tanto en Ibiza como en Arona en comparación con sus rivales directos. Muestra de ello es que el Ibiza ofrece por ejemplo un maletero con 355 litros, que crece hasta los 400 litros en el Arona, un dato muy respetable para un SUV urbano de 4,14 metros de largo. Estas cifras se quedan en 262 y 282 litros respectivamente en el caso de las versiones TGI alimentadas por gas natural.
Definitivamente adiós a los TDI
Como no podía ser de otra manera, esta evolución conlleva la llegada de nuevos sistemas de ayuda a la conducción, como un sistema de conducción semiautónoma que funciona hasta 210 km/h y que se combina con el reconocimiento de señales de tráfico, el asistente de cambio de carril, el detector de fatiga, el control de velocidad activo, las luces de carretera automáticas o los sensores de ángulo muerto, sistema que se ha mejorado y ahora detecta vehículos por nuestro lateral a 70 metros de distancia.
Dicen que solo el 8% de las ventas de Ibiza correspondían a motores TDI. Eso hizo que Seat ya no ofreciera dichas mecánicas diésel en ambos modelos desde hace algún tiempo. Y con esta evolución siguen sin estar.
Si bien, las opciones de gasolina no acarrean sorpresas, porque giran entorno a los conocidos 1.0 Eco TSI y 1.5 Eco TSI. Cierto es que exclusivamente para el Ibiza se ofrece un sencillo 1.0 MPI atmosférico, con tres cilindros y con 80 CV como escalón de acceso, que además se asocia a un cambio manual de cinco velocidades.
En cuanto al 1.0 Eco TSI, está disponible con 95 y 110 CV. El primero con cambio manual de cinco velocidades y el segundo con uno de seis. Este último tiene disponible el DSG7 como opción, cosa que también sucede con el 1.5 Eco TSI, un bloque ya con cuatro cilindros, desconexión de cilindros y con 150 CV de potencia.
La única mecánica tanto en Ibiza como en Arona que consigue como antes la etiqueta ECO de la DGT es la alimentada por gas natural comprimido (recuerda que mantienen un depósito con 9 litros a modo de reserva). Y es que ambos modelos conservan la versión 1.0 TGI, que como sabrás, eroga 90 CV de potencia y es capaz de reducir las emisiones de CO2 en hasta un 25%, además de que el coste por kilómetro es un 50% más económico que con un Eco TSI.
Este austero motor sigue combinado de forma exclusiva a un cambio manual con 6 velocidades, pues siguen sin ofrecerlo con el sensacional DSG, que le daría un toque muy interesante a estos ahorradores modelos.
Por último hay que decir que ambos modelos estarán disponibles a comienzos de este mismo verano, aunque las entregas están previstas para finales de agosto o comienzos de septiembre.