El plan para construir coches eléctricos en España que lideran Volkswagen y Seat se mueve en cifras extraordinarias a todos los niveles. Y es que este proyecto, en el que participan un total de 52 empresas de más de 11 comunidades españolas de sectores tan dispares como la energía, el reciclaje o la economía circular, etc, movilizará una de las mayores inversiones de nuestro país, unos 10.000 millones de euros en total.
Además, según los cálculos de Wayne Griffiths, presidente de Seat y Cupra y de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), se calcula que la iniciativa empresarial ‘Future: Fast Forward’ tendrá un impacto de 145.000 empleos en la industria del automóvil, entre puestos de trabajo directos, indirectos e inducidos. Y también generará «2.400 millones de euros en impuestos y cotizaciones a la Seguridad Social», ha explicado Griffiths.
Volkswagen construirá una gigafactoría de baterías
La iniciativa principal de este proyecto es la construcción de la gigafactoría de baterías de Volkswagen en Sagunto (Valencia) y también la producción de vehículos eléctricos en la planta de Seat en Martorell (Cataluña) y en la de Volkswagen en Landaben (Navarra). De esos 10.000 millones de euros en inversiones en el sector automovilístico, 7.000 millones corresponderán al grupo Volkswagen, Seat y PowerHoldco y los otros 3.000 millones de euros al resto de los socios, un 60% pymes.
Entre las grandes cifras que se han movilizado ya en este proyecto destacan los 63,66 millones de euros que la empresa del Grupo Volkswagen PowerCo ha invertido en la compra de la parcela de 1,3 millones de metros cuadrados en la que se construirá la gigafactoría de celdas de baterías. Esta instalación se estima que creará una media anual de 8.900 puestos de trabajo directos y 10.200 indirectos durante el periodo 2023-2026.
Además, solo la gigafactoría de Sagunto tendrá un gran impacto sobre las arcas públicas locales, autonómicas y centrales. Se estima que el municipio valenciano recaudará 5,8 millones de euros por el Impuesto sobre Actividades Económicas entre 2027 y 2031, una cifra que a partir de 2032 se elevará a 9,5 millones de euros. A ello se sumarán unos 2,5 millones de euros anuales en concepto de Impuesto de Bienes Inmuebles.
24.000 millones de euros en inversiones
El proyecto ‘Future: Fast Forward’ fue presentado hace unos días en un acto al que asistieron, entre otros, Wayne Griffiths y la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, quien aseguró que la automoción es uno de los grandes sectores económicos por los que ha apostado el Gobierno y ha recalcado que a través del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica del Vehículo Eléctrico y Conectado (Perte VEC) se movilizarán en torno a 24.000 millones de euros en inversiones, de los que 3.400 millones de euros corresponderán al sector público.
Precisamente, en la primera convocatoria de ayudas ligadas al Perte VEC el proyecto ‘Future: Fast Forward’ recibió más de 397 millones de euros (el 45% de los fondos totales), por lo que fue la iniciativa que más fondos obtuvo de entre las diez seleccionadas. Su continuidad estuvo en entredicho después de que Volkswagen y Seat mostraran sus dudas para seguir adelante con el proyecto ante la previsión de una reducida inyección de fondos públicos.
En la primera convocatoria del Perte VEC se adjudicaron 877,22 millones de euros de un total de 2.975 millones de euros, quedándose fuera de las subvenciones algunos proyectos importantes porque no podían cumplir los plazos previstos por Bruselas, como la propuesta de fabricación de eléctricos en la planta valenciana de Ford. En este sentido, la ministra Montero reiteró que el Ejecutivo ha aprendido de la experiencia y explicó que se ha negociado con Bruselas para flexibilizar los requisitos para la segunda convocatoria.
Para la ministra, el objetivo del Gobierno para apoyar con financiación pública la transformación y electrificación del sector del automóvil nacional debe encaminarse a que en el país se produzcan vehículos eléctricos «accesibles para la clase media». Considera que estos van «a ser la solución de movilidad en las próximas décadas y eso significa que a nivel industrial tenemos que situarnos en los primeros puestos tanto en la producción, como en los microchips, la mecánica y ser capaces de producir un vehículo que tiene que ser asequible para la clase media».
