Cómo no, al Gobierno siempre se le pueden ocurrir nuevas formas de «sangrarnos». Imaginación no le falta. Ahora parece que está estudiando una fórmula para implementar un sistema para que tengamos que pagar por el uso de las autovías y autopistas. Un año y medio después de levantar las barreras en determinados tramos de algunas vías rápidas, como la AP-7 entre Tarragona y La Jonquera y la AP-2 entre Zaragoza y El Vendrell, el Ejecutivo se plantea hacer pagar a los conductores por el uso de las carreteras estatales siguiendo el ejemplo, dicen, de otros países europeos.
Según nuestros gobernantes, la medida tiene como objetivo recaudar los más de 9.000 millones de euros anuales que cuesta el mantenimiento de las carreteras y forma parte del compromiso adquirido con la Unión Europea para acceder a los fondos comunitarios. Aunque al principio estaba previsto que este nuevo sistema de peaje se implementara durante 2023, finalmente no será hasta el próximo año cuando los conductores tendrán que rascarse el bolsillo lapor circur por las carreteras españolas. Ha tardado un poco más… pero llegará.
1Así vas a pagar: gravar las emisiones
El Gobierno de Pedro Sánchez todavía no ha definido cómo se articulará este nuevo sistema de peaje. Pero todo apunta que la normativa tendrá en cuenta el nivel de emisiones de los vehículos para alinearse con las políticas medioambientales de la Unión Europea. No nos libramos de las imposiciones que llegan desde los que mandan, ya sabes.
De este modo, es probable que se aplique la norma del «quien más contamina, más paga» para discriminar positivamente las mecánicas más verdes, como pasa actualmente con los privilegios de los que gozan los coches eléctricos frente a los de gasolina y diésel… cuyo final parece acercarse a marchas forzadas.