Cómo no, al Gobierno siempre se le pueden ocurrir nuevas formas de «sangrarnos». Imaginación no le falta. Ahora parece que está estudiando una fórmula para implementar un sistema para que tengamos que pagar por el uso de las autovías y autopistas. Un año y medio después de levantar las barreras en determinados tramos de algunas vías rápidas, como la AP-7 entre Tarragona y La Jonquera y la AP-2 entre Zaragoza y El Vendrell, el Ejecutivo se plantea hacer pagar a los conductores por el uso de las carreteras estatales siguiendo el ejemplo, dicen, de otros países europeos.
Según nuestros gobernantes, la medida tiene como objetivo recaudar los más de 9.000 millones de euros anuales que cuesta el mantenimiento de las carreteras y forma parte del compromiso adquirido con la Unión Europea para acceder a los fondos comunitarios. Aunque al principio estaba previsto que este nuevo sistema de peaje se implementara durante 2023, finalmente no será hasta el próximo año cuando los conductores tendrán que rascarse el bolsillo lapor circur por las carreteras españolas. Ha tardado un poco más… pero llegará.
2Así vas a pagar: la prueba
Uno de los métodos para analizar las emisiones de los vehículos en tiempo real y, por lo tanto, para llevar a cabo un sistema de peaje más justo en función de los gases contaminantes, se probó recientemente en Guipúzcoa. La prueba consistió en medir a distancia los niveles de emisiones de cada coche que circulaba en aquel momento por la autopista sin necesidad de detenerse… vamos al más puro estilo radar.
¿A que no sabes cuáles fueron algunas de las sustancias analizadas? Como imaginarás, no le gustan nada a los adalides de la agenda ecologista: monóxido de carbono (CO), dióxido de carbono (CO2), hidrocarbonos (HC), monóxido y dióxido de nitrógeno (NO y NO2 por separado o combinados en NOx), amoniaco (NH2) y partículas en suspensión (PM).