En el ámbito de la seguridad vial, la relevancia de mantener en óptimas condiciones los sistemas de seguridad activa y pasiva de un vehículo no puede ser subestimada. Estos sistemas, que incluyen desde los frenos y las suspensiones hasta los airbags y los cinturones de seguridad, son esenciales para prevenir accidentes y proteger a los ocupantes en caso de una colisión. Entre ellos, el sistema de frenos destaca como uno de los componentes más críticos para garantizar la seguridad en la conducción.
Dentro de este sistema, el líquido de frenos juega un papel fundamental que a menudo es pasado por alto. Continental Automotive y su marca especializada en frenos, ATE, han iniciado una campaña para concienciar sobre la importancia de revisar y mantener en buen estado el líquido de frenos, destacando su impacto directo en la eficacia del frenado y, por ende, en la seguridad de los vehículos.
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El sistema de frenos es una parte esencial de la seguridad activa de un automóvil, encargado de detener el vehículo de manera controlada. Está compuesto por varios componentes clave, incluyendo los discos, las pastillas, las pinzas, y el líquido de frenos. El líquido de frenos es el encargado de transmitir la fuerza desde el pedal de freno hasta las pastillas y los discos. Su función es crucial, ya que cualquier fallo en este elemento puede comprometer gravemente la capacidad de frenado del vehículo. Mantener un líquido de frenos en buen estado es vital para prevenir consecuencias graves como la pérdida de efectividad y potencia en la frenada, lo cual podría llevar a accidentes catastróficos.
El mantenimiento adecuado del líquido de frenos es una medida preventiva esencial. Es recomendable comprobar el nivel de líquido de frenos en cada revisión de mantenimiento y cambiarlo entre uno y tres años por seguridad. Esta práctica no solo mejora la seguridad al acortar la distancia de frenado, sino que también prolonga la vida del sistema de frenos. Un líquido de frenos de calidad asegura una frenada más directa y estable, aumenta la resistencia a la corrosión y oxidación, y evita el deterioro prematuro del sistema de frenos.