Cuando se menciona a la exitosa firma de California, la conversación suele girar en torno a la eficiencia destacada de sus coches eléctricos y su éxito en ventas. Sin embargo, un aspecto que a menudo queda en segundo plano es que los vehículos de Tesla son considerados los más seguros del mundo.
Diversas pruebas en todo el mundo respaldan este hecho, destacando al Tesla Model S como el vehículo más seguro disponible en Europa según los últimos tests Euro NCAP. Esta reputación se debe, en parte, al particular sistema de fabricación de Tesla, que utiliza grandes piezas de fundición. Aunque este método reduce los costos de fabricación, las compañías de seguros tienen temores sobre las potencialmente abultadas facturas de reparación que podrían surgir.
1Ensamblaje revolucionario: el desafío para los seguros
Durante décadas, la fabricación de automóviles ha seguido procesos similares, con cientos de miles de piezas unidas meticulosamente para formar un vehículo. Tesla ha revolucionado este proceso con sus famosas Giga Press, hornos de fundición capaces de trabajar con miles de toneladas de presión para crear piezas enteras en cuestión de segundos.
Este método, rápido, sencillo y rentable, ha permitido a Tesla optimizar la producción y crear coches con menos piezas. Si bien esta eficiencia es una bendición para la seguridad, ya que los tests han demostrado que los coches de Tesla son extremadamente seguros gracias a su batería estructural y su rigidez, se convierte en un desafío para las compañías de seguros.