Cuando se menciona a la exitosa firma de California, la conversación suele girar en torno a la eficiencia destacada de sus coches eléctricos y su éxito en ventas. Sin embargo, un aspecto que a menudo queda en segundo plano es que los vehículos de Tesla son considerados los más seguros del mundo.
Diversas pruebas en todo el mundo respaldan este hecho, destacando al Tesla Model S como el vehículo más seguro disponible en Europa según los últimos tests Euro NCAP. Esta reputación se debe, en parte, al particular sistema de fabricación de Tesla, que utiliza grandes piezas de fundición. Aunque este método reduce los costos de fabricación, las compañías de seguros tienen temores sobre las potencialmente abultadas facturas de reparación que podrían surgir.
2Desafíos en las reparaciones: el quebradero de cabeza de las aseguradoras
El problema principal radica en que, al tener menos piezas, las reparaciones se vuelven más delicadas y costosas en caso de fallo o daño. Las aseguradoras temen la llegada de vehículos Tesla a los talleres, anticipando facturas de reparación significativas. Consciente de este problema, Tesla está invirtiendo considerablemente en investigación y desarrollo (I+D) para abordar esta preocupación. Su objetivo es desarrollar técnicas específicas que mantengan la integridad estructural del vehículo pero que, al mismo tiempo, sean más eficientes y económicas.