Desde su invención, los semáforos han guiado el flujo vehicular con sus luces roja, ámbar y verde. Sin embargo, la evolución tecnológica y la irrupción de los vehículos autónomos han impulsado la necesidad de adaptar estas señales a los nuevos tiempos. En este contexto, surge la incorporación de una cuarta luz blanca en los semáforos, una innovación que ya se vislumbra en ciudades como Madrid.
2Funcionamiento de la luz blanca
La luz blanca en los semáforos está diseñada para activarse en situaciones donde los vehículos autónomos son mayoría en una intersección. Al encenderse, indica que estos vehículos pueden coordinarse entre sí para atravesar el cruce de manera eficiente. Los conductores de vehículos convencionales, al observar la luz blanca, deben seguir al automóvil que tienen delante, adaptándose al flujo liderado por los vehículos autónomos. Este sistema busca reducir los tiempos de espera y mejorar la fluidez del tráfico en entornos mixtos de conducción.