Los semáforos son una herramienta esencial en el control del tráfico en las ciudades y carreteras de todo el mundo. Estos dispositivos se utilizan para regular el flujo de vehículos y peatones en las intersecciones y zonas de alto tráfico, lo que ayuda a prevenir accidentes de tráfico y mejorar la seguridad en las carreteras.
Son la tercera señal con mayor prioridad, únicamente por detrás de los agentes y las señales de balizamiento y circunstanciales. Los semáforos indican quién debe pasar o detenerse, en el caso de un peatón cuándo debe cruzar una calle o en el caso de un conductor cuándo debe esperar porque es el turno de los peatones o cuándo circular.
Sin embargo un ajuste descontrolado puede suponer una ineficacia total y un descontento en los conductores y resto de usuarios.
3Los beneficios mas representativos
Los semáforos inteligentes también pueden comunicarse con los propios usuarios, por ejemplo, informando a los conductores del tiempo que queda para que cambie la luz o de la velocidad óptima para evitar parar en el siguiente semáforo. Asimismo, pueden facilitar el tránsito de los vehículos de emergencia cuando estos se acercan a un cruce o modificar el tiempo de los estados del ciclo en función de las necesidades del tráfico.
Tienen múltiples beneficios, como reducir el tiempo de viaje, el consumo de combustible, las emisiones de gases contaminantes, el ruido y el estrés de los conductores. También pueden mejorar la seguridad vial, al evitar colisiones y atropellos. Se estima que estos semáforos podrían reducir hasta un 15 % el tiempo invertido por los conductores en los trayectos urbanos.
