El semáforo, es una señal luminosa que pretende regular el flujo de trafico, tanto de los vehículos a motor como del resto de usuarios, entre los que cabe destacar de forma especial a los peatones. En cruces de alta intensidad de circulación y de afluencia peatonal, son de una relevancia fundamental, y los tiempos marcados para cada una de las señales luminosas que indican las ordenes, han de estar muy calculados, para que la efectividad del semáforo, sea acorde con la fluidez del transporte y la movilidad.
Con todo y con eso, los accidentes por atropello se siguen produciendo, y si bien es cierto que no se puede ganar la perfección de un nivel de accidentes 0, también ha de ser mas enérgico el esfuerzo por acercar la movilidad a ese nivel de seguridad.
3Señales que se contradicen, son peligrosas
Todo apunta a que los mensajes enviados por los semáforos sean contradictorios, para los usuarios implicados, es decir mientras el peatón recibí la señal de paso libre, por la luz verde, el conductor inicia la marcha, no por que quiera atropellar al transeúnte, sino por que algo le indica que puede hacerlo. Y si la luz roja, se lo impide, y pensando que no falla el sistema, ¿Qué otra luz permite al conductor iniciar la marcha? El Semáforo en ámbar intermitente.
Si a todo esto añadimos que puede la visibilidad verse afectada por la presencia de vehículos de gran tamaño, o que los niños, por ejemplo, solo atienden a sus señales como peatones, u otras causas, el drama puede quedar servido.