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Semana Santa: lo que debes tener en cuenta si te vas de vacaciones

La Dirección General de Tráfico (DGT) calcula que esta Semana Santa se producirán 16 millones de desplazamientos por carretera. Viajes de vacaciones que llegan en una estación, la primavera, en la que la meteorología cambiante nos puede sorprender al volante.

A las lluvias o los cambios de temperatura propios de la Semana Santa hay que añadir factores como el reciente cambio de horario, la mayor presencia de animales e insectos y la floración de las plantas, que aumenta considerablemente la presencia de pólenes. Circunstancias que pueden afectar a la conducción y que nos deben hacer tener más precaución al volante.

Los cambios de luminosidad nos pueden sorprender en Semana Santa

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Salir de viaje de noche

En vacaciones como las de Semana Santa es frecuente que optemos por viajar de noche, pero hay que recordar que en esta circunstancia la capacidad visual de un conductor se reduce al 30% y la agudeza visual un 70%, además de producirse una importante pérdida del sentido de la profundidad y capacidad para medir distancias, según el Colegio Oficial de Ópticos-Optometristas de Andalucía. La falta de luz hace que las pupilas se dilaten y que el ojo funcione más con la retina periférica, lo que genera una pequeña miopía nocturna en todos los conductores. De noche también se produce más fatiga visual, lagrimeo y picor de ojos, perdemos mucha visión periférica y aumentan las peligrosas somnolencia y monotonía al volante, por lo que debemos extremar las precauciones.

A esto se suma que, al conducir de noche dependemos de los sistemas de iluminación de los coches y de las vías y se producen más deslumbramientos, que pueden cegarnos momentáneamente y ser muy peligrosos: un conductor deslumbrado tarda de entre 3 y 20 segundos en recuperar la visión y en ese tiempo se recorren muchos metros a ciegas.

Por último, de noche se amplifica el efecto túnel. Si en parado nuestro campo de visión es de 120º, en movimiento el denominado campo de visión cinético va reduciéndose con la velocidad, desde los 70 grados a 65 km/h a solo 30º a 130 km/h.