Como norma general el usuario de la vía debe cumplir las señales de trafico, y su importancia radica en que es el lenguaje común a través del que podemos interpretar las normas de circulación, que se establecen para todos, garantizando así la regulación y seguridad cuando circulamos por las vías publicas.
Pero, ¿Quién debe crear las señales? ¿Dónde se regulan? ¿Pueden los ayuntamientos u otros organismos públicos, inventarse señales?
1Un lenguaje universal
La señales de trafico como lenguaje o información dirigida al ciudadano, existen desde tiempos inmemoriales, y especialmente desde que los romanos dotaron su basto imperio de una red vial por la que circular, y trasladarse de un lado a otro del Imperio.
Posteriormente, con la llegada de la era industrial, el automóvil y el petróleo, todo fluyó a velocidad de vértigo, y fue necesario crear una diversidad de señales de trafico capaces de ser entendidas no solo en un territorio concreto sino de forma universal.
Es aquí cuando comienzan a aparecer las normas de circulación, las sanciones y la educación del usuario al respecto de las señales de trafico.