La reciente implementación de una línea continua de color rojo en la mediana del Corredor del Nalón ha generado debate en cuanto a su validez jurídica y su interpretación en términos de normas de circulación.
La Dirección General de Tráfico (DGT) ha optado por esta medida como parte de su estrategia para reducir la siniestralidad en la vía, acompañada de una disminución de la velocidad máxima permitida y la futura instalación de radares fijos.
3Reflexiones sobre la implementación en el Corredor del Nalón
A pesar de las dudas sobre la validez jurídica de la línea roja, algunos consideran que, combinada con la reducción de la velocidad máxima, podría contribuir a mejorar la seguridad en el Corredor del Nalón. La visibilidad nocturna también se convierte en un factor importante, ya que las líneas de la carretera deberían contar con pintura retrorreflectante para reflejar adecuadamente las luces de los vehículos durante la noche. En última instancia, la efectividad de esta señalización innovadora dependerá de la comprensión de los conductores y de cómo se integre con las normas establecidas en el Código de Tráfico y Seguridad Vial.
En conclusión, la implementación de la línea roja en el Corredor del Nalón plantea interrogantes sobre su validez y su impacto en la seguridad vial. Mientras algunos consideran que puede ser una medida efectiva para resaltar el peligro, otros cuestionan su coherencia con la normativa existente. La claridad en la interpretación de estas señales es esencial para garantizar que los conductores se ajusten correctamente a las reglas de la carretera.