Shelter Garage; custodia y pupilaje de vehículos en Madrid. A tu niño mimado, o a todos ellos en caso de familia numerosa, no les vas a llevar a cualquier guardería. Buscarás, siempre, dentro de tus posibilidades, la que mejor le cuide, no hay duda. En este caso hablamos de tu coche/coches. No de ese que te lleva a diario del punto A al punto B confortablemente, de forma eficiente, rápida… o no. La que se supone la segunda compra más importante que hacemos después de nuestra vivienda. Así, en muchos casos, es un mero medio de transporte, que puede poseer su parte emocional por imagen y prestaciones, y que utilizamos casi a diario.
Pero también puede ser que ‘la niña de tus ojos’, un coche especial, de esos al que solo unos privilegiados tienen acceso. Un súper deportivo de última hornada, con una imagen diferenciadora, un potente motor, incluyendo uno de los últimos y casi extintos V12 que aún quedan en el mercado. Armado con todo lo necesario sobre un chasis capaz de domar todo su potencial, con los últimos asistentes electrónicos. O contar con una colección de automóviles clásicos, de valor cada vez más alto si son bien mantenidos y restaurados.
Pues sí, existen ‘guarderías especiales’ para esos coches tan exclusivos y nosotros hemos estado en una de las más especiales que podemos encontrar en España, en este caso en Madrid.
Se trata de Shelter Garage. Un lugar creado para ofrecer los servicios de guarda, mantenimiento, mejora y personalización de coches deportivos y de lujo, clásicos e incluso de competición.
3Unas instalaciones singulares
Las instalaciones del edificio cercano a la avenida de Logroño es un garaje muy amplio, más al estilo habitual, con las plazas marcadas para cada cliente. Es el elegido de los dos para realizar las gestiones de compra venta, por protección e imagen, con una recepción con su guardia de seguridad y una imagen moderna y cuidada. “A mi mejor cliente, sin embargo, que tiene una gran colección de clásicos, le gusta mucho más el otro sitio. En parte por seguridad, pues en el acceso a Sanse no hay semáforos y le permite salir casi directamente a carretera. El de Barajas lo abrimos en enero y tengo ya un 80 por ciento de ocupación.
Tengo propuestas para franquiciar, pero lo veo complicado. Es un tipo de negocio en el que el gerente tiene que estar muy encima de todo y tratar de forma especial a sus clientes, resolviendo sus necesidades. Yo entiendo así este negocio en su esencia. Pero lo estoy estudiando, pues soy muy inquieto y me gusta abrir nuevos frentes. No tenemos mucha competencia y ésta está muy bien repartida. En Madrid existen tres o cuatro empresas que ofrecen un servicio en esta línea.
En el centro de Madrid, donde viven muchos de nuestros clientes, tienen diferentes dificultades, para lo que nosotros somos su mejor opción. Por un lado circular con estos coches, por lo llamativo que resultan. Cuando la mayoría de clientes lo que quieren es para desapercibidos y, en coches así, no resulta posible. Y las restricciones por emisiones.
Además del precio de las plazas en el centro, muchas por encima de 250 euros, si te encuentras con la rueda baja o sin batería, tendrás que contratar un servicio externo pues no te lo va a ofrecer un garaje en una comunidad o público. Ellos quieren salir normalmente a disfrutar en carretera y desde nuestros dos puntos les permite acceder prácticamente de forma directa. Para darse un paseo en su coche o participar en una ruta, en un evento… con asociaciones con los que nosotros les hemos puesto en contacto para disfrutar de sus coches especiales. Sobre todo los clientes extranjeros, que no conocen gente afín y, cada vez que vienen, tienen sus grupos con los que salir».