Cuatro años. Ese es el periodo que tardas en hacer tu primera ITV desde que compras un coche nuevo y, más concretamente, desde su matriculación. Son cuatro años de despreocupación máxima pero que, cuando transcurren, todo cambia. A partir de entonces, la inspección es obligatoria cada dos años hasta cumplir la década, momento a partir del cual tu coche deberá pasar la ITV de forma anual. No olvides que, como novedad de 2022, si tu coche es declarado siniestro total tras sufrir un accidente, deberá pasar la ITV tras realizar las reparaciones pertinentes de forma obligatoria antes de circular de nuevo.
Es un trámite que puede gustarnos más o menos, pero la ITV, al final, ejerce de garante para la seguridad de nuestro vehículo. Nos permite tener la certeza de que contamos con las mínimas garantías de seguridad y medioambientales, de ahí la importancia de cumplir con plazos y normas marcadas por la ley. Si no haces lo marcado, recibirás multas. Respecto a la ITV las hay de todos los colores… y te pueden hundir, literalmente.
3Ni se te ocurra falsificar el adhesivo de la ITV
Hay una práctica no muy común, afortunadamente, que consiste en falsificar una etiqueta de la ITV o llevar una que no te corresponde. Esto ya no es precisamente «pecata minuta» porque hablamos de falsedad documental. ¿Qué multa te puede caer si se te ocurre tal genialidad? Un caso reciente ha creado jurisprudencia en el Tribunal Supremo, porque un conductor hizo eso justamente y fue acusado de un delito de falsedad documental. Según el Código Penal, le ha tocado pagar una multa económica de entre 6.000 y 12.000 euros, pero no solo eso.
El caso también se ha cerrado… ¡con una pena de cárcel de entre 3 y 6 meses! ¿Estás dispuesto a correr tal riesgo por un mero formalismo? Seguramente a nadie le pueda compensar un desenlace como este.
