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lunes, 25 noviembre 2024

Sin vado: ¿Puedo estacionar en la puerta de un garaje?

La señal R-308, comúnmente conocida como «vado», es una de las señales de tráfico más reconocibles y pertinentes en las calles de España. Su presencia marca áreas específicas donde el estacionamiento de vehículos está estrictamente prohibido, incluso para los propietarios de los garajes adyacentes. Este ícono rectangular, con una franja roja diagonal sobre fondo blanco, comunica de manera inequívoca la restricción de estacionamiento en el área designada.

Aparcar en las abarrotadas calles de las principales ciudades españolas puede ser un desafío monumental. Madrid y Barcelona, dos gigantes urbanos, enfrentan diariamente una lucha titánica entre conductores ansiosos por encontrar un lugar para dejar sus vehículos y las restricciones de espacio que imponen las limitadas zonas de estacionamiento.

En medio de este caos, surge un dilema común: ¿es aceptable aparcar frente a un garaje si no hay una señal de vado que lo prohíba?

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Aparcar sin vado en un garaje, falta grave

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Surge así una conclusión clara: aunque la ausencia de la señal de vado pueda generar confusión, está terminantemente prohibido estacionar frente a un garaje, ya que se estaría bloqueando la salida de vehículos y obstaculizando la libertad de entrada y salida de los usuarios. No obstante, se permite detenerse brevemente frente al garaje, siempre que el tiempo de espera no exceda los dos minutos y se reanude la marcha inmediatamente, con las luces de emergencia activadas como medida de precaución.

Ahora bien, ¿qué consecuencias enfrentan aquellos conductores que desafían estas normativas y deciden estacionar frente a un garaje, ya sea con o sin señal de vado? La respuesta se encuentra en el artículo 91.3 del Reglamento General de Vehículos, que califica tal acción como una falta grave.

Esto significa que los infractores pueden ser sancionados con multas que alcanzan hasta los 200 euros. Esta penalización se justifica en el hecho de que bloquear una salida de garaje no solo es una inconveniencia para los propietarios de los vehículos estacionados dentro, sino que también representa un riesgo potencial en caso de emergencia.