El año 2024 se ha cerrado con un balance de siniestralidad en las carreteras españolas que deja 1.154 personas fallecidas en 1.040 siniestros mortales de tráfico, lo que supone un crecimiento del 1% respecto al año anterior y 14 muertes más. Además, otras 4.634 personas sufrieron heridas graves, un 3% más. Esto supone que la siniestralidad vial sigue en nuestro país una tendencia más o menos estable en la última década, con un promedio de tres personas fallecidas y 13 hospitalizadas a diario.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha dado a conocer estas cifras, que ha calificado de «inasumibles». Según ha explicado, «ni debemos ni podemos aceptar que la movilidad en carretera, indicio de la pujanza económica y social del país, tenga un precio tan alto«, ha dicho el ministro, precisando que estos datos de siniestralidad responden a un contexto de desplazamientos récord, en el que se han contabilizado 462.888.133 desplazamientos por vías interurbanas, un 3,15 por ciento más (14,1 millones) que el año anterior.
Se trata de datos todavía provisionales y referidos solo a los siniestros mortales ocurridos en vías interurbanas y víctimas registradas hasta las 24 horas posteriores a producirse el siniestro. Las cifras definitivas incluirán las víctimas a 30 días de accidentes ocurridos en vías urbanas e interurbanas y permitirán tener la radiografía completa de la siniestralidad vial en España en 2024.
Más radares y vigilancia en autopistas y autovías
Uno de los datos que ponen de relevancia las cifras es que las vías convencionales siguen registrando el 72 por ciento de las víctimas mortales, pero el año pasado aumentaron los fallecidos en autopista y autovía un 7 por ciento (+22 víctimas).
El aumento de los fallecidos en vías de alta capacidad ha llevado a la Dirección General de Tráfico a anunciar que se adecuará «la distribución de los nuevos radares a las nuevas circunstancias de la siniestralidad» y también la vigilancia que realiza la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, «incrementándola en aquellas provincias con porcentajes de siniestralidad elevados en las vías de alta capacidad».
En este sentido, Andalucía y Cataluña serían las comunidades en las que la DGT podría instalar más radares y aumentar la vigilancia de los efectivos de tráfico, ya que son las que han registrado las mayores cifras de víctimas en 2024, con un 20 y un 12 por ciento, respectivamente, del total. En el extremo opuesto, La Rioja y Cantabria fueron las regiones con menores cifras de víctimas mortales.
Respecto a 2023, los mayores aumentos en la siniestralidad se registraron en Andalucía, con 35 fallecidos más, y la Comunitat Valenciana, con 22 víctimas mortales más. En el lado contrario, las mayores reducciones se han producido en Extremadura (-20) y en Cataluña (-16).
La siniestralidad por meses
Los datos presentados en la Dirección General de Tráfico revelan que 2024 ha tenido un comportamiento irregular en lo que a siniestralidad vial se refiere. En el primer trimestre, las víctimas mortales aumentaron un 16 por ciento, lo que llevó al Gobierno a diseñar un plan de choque que sirvió para estabilizar las cifras de mortalidad en el segundo y tercer trimestre, sin apenas crecimiento respecto a 2023, y que las ha reducido de forma destacada en el último trimestre, en el que se ha registrado un 7 por ciento menos que el año anterior.
Por otro lado, el pasado año aumentaron los siniestros con múltiples víctimas. Del total de siniestros mortales (1.040), 91 (el 9 por ciento) fueron accidentes con múltiples fallecidos, en los que se concentró el 18 por ciento de las víctimas mortales (205). En comparación con 2023, supone un aumento del 15 por ciento en el caso de los siniestros (+12) y de un 17 por ciento en las víctimas mortales (+30).
Por último, en 2024 hubo 28 días en los que no se contabilizó ninguna víctima mortal en siniestros de tráfico en carretera.
Las furgonetas, en el punto de mira de la DGT
Aunque los turismos siguen siendo los vehículos que acumulan más número de víctimas mortales, el 48 por ciento del total, otro de los datos que se han destacado en este balance de siniestralidad es que se ha producido un incremento notable de las víctimas mortales que se desplazaban en furgoneta. Este tipo de vehículos registraron las cifras más altas de fallecidos (79), con un aumento del 98 por ciento en comparación con el año anterior (40 personas).
Esta circunstancia también ha llevado a la Dirección General de Tráfico a anunciar que pondrá especial empeño en la vigilancia sobre este tipo de vehículo y que incluirá en el calendario de este año una campaña específica focalizada en estos vehículos comerciales.
Radiografía de los siniestros
El pasado año, la salida de vía siguió siendo el tipo de siniestro que más víctimas mortales registró, con el 42 por ciento (479 personas), seguida de las colisiones frontales, con 252 fallecidos, 29 más que en 2023.
Por lo que respecta a las personas fallecidas en siniestros de tráfico, en 2024 descendió en un 3 por ciento la mortalidad de los usuarios vulnerables (-15) gracias a la disminución de peatones fallecidos (-15 por ciento), 18 menos que en 2023. Entre estos fallecidos hay cinco trabajadores de grúa y dos operarios de conservación y mantenimiento en carretera que fueron atropellados mientras trabajaban.
Siguen preocupando también los usuarios de motocicleta, que representan la mayoría de las víctimas mortales entre los fallecidos vulnerables. Además, los siniestros que involucran motocicletas en autopistas y autovías aumentaron en un 13 por ciento.
Los hombres siguen siendo los que concentran el mayor número de víctimas mortales (941), el 82 por ciento del total, frente al 18 por ciento de mujeres, colectivo que en este 2024 ha reducido su mortalidad en un 11 por ciento. Por edades, los grupos que mayor cifra de personas fallecidas registran son el de 45-54 años y el de mayores de 65 años, 228 víctimas mortales cada uno de ellos.
Por lo que respecta al uso de los dispositivos de seguridad, el número de personas fallecidas que no llevaba cinturón, sistema de retención infantil o casco fue de 184 (19 por ciento), el tercero más alto de los últimos 10 años.