Poder controlar la dirección en la trayectoria del vehículo, es fundamental. Gracias a los sistemas de dirección el coche se dirige justo hacia donde queremos, y además en caso de un eventual descontrol involuntario nos facilita la estabilización del mismo. Está permanentemente conectado con el resto de elementos activos para garantizar la seguridad del movimiento. Prestar atención a sus señales es vital, para entender que todo funciona correctamente.
Básicamente, el sistema de dirección se encarga de transmitir el movimiento del volante hacia las ruedas. Lo hace a través de una serie de componentes que funcionan coordinados.
3Síntomas de que algo va mal
Como has podido comprobar, el sistema de dirección es complejo y también crucial para la seguridad del automóvil. Además, su funcionamiento influye sobre otros sistemas del vehículo, como los neumáticos o la suspensión. De hecho, de él dependen factores como el paralelismo de las ruedas delanteras, el desgaste uniforme de las cubiertas o la estabilidad del vehículo, tanto en una curva como al frenar.
Por estas razones, conviene que estés atento a una serie de síntomas que pueden indicar problemas en la dirección de tu vehículo. Por ejemplo, si notas que el vehículo se va hacia un lado al soltar el volante o que este vibra, puede ser que el sistema no esté funcionando correctamente y conviene que acudas al taller a revisar su estado.
Otras señales de advertencia que puede enviar un sistema de dirección en mal estado son el ruido excesivo, una conducción temblorosa o con sacudidas, o un desgaste irregular en los neumáticos. También debes estar atento si observas cambios anormales en la dureza de la dirección.