El primer Fabia vio la luz en 1999 y desde ese momento siempre ha sido un pilar básico de Skoda, pues desde entonces ha sumado unas ventas superiores a los 3,5 millones de unidades. Y eso que, pese a sus grandes cualidades, siempre ha sido para muchos el «patito feo» frente a parientes como el Volkswagen Polo o el Seat Ibiza. Hasta ahora.
Una estética más agraciada
La tercera generación del modelo checo nace con nuevos bríos y con una estética que, ahora sí, entra mejor por los ojos. Su diseño es más emotivo y expresivo, no sólo por su frontal más dinámico, sino también por su nueva «estampa». Es 8 milímetros más corto, nada menos que 90 más ancho y rebaja su altura 31 milímetros en comparación con el modelo anterior.
Además, estira la distancia entre ejes 30 milímetros y aumenta el ancho de vías, de forma que su pisada es más generosa. Y su centro de gravedad va ahora más bajo. Sí, lo habéis adivinado: dinámicamente ha dado un paso al frente.
Nueva plataforma, nuevos motores, tecnología…
En su mayor confort y su mejor agilidad en marcha tiene mucho que decir la nueva plataforma sobre la que nace. No es la modular transversal MQB del grupo VW que sí lleva el Octavia, pero casi, porque incorpora una buena parte de sus atributos -motores, dirección electromecánica, tecnología o asistentes de seguridad-. Muy similar a la del VW Polo, el estreno se traduce, además, en un ahorro de peso de 65 kilos, situando a su versión más ligera en tan sólo 980 kilos.
También juega una baza fundamental la personalización del modelo, con la pintura bicolor como gran estrella invitada.
Amplio y con gran maletero
El interior ha sido rediseñado, y se rodea de una puesta en escena más llamativa y rematada con más calidad, aunque los plásticos empleados son todos ellos duros. Sí que resulta más habitable que antes, y que la media de sus rivales. Además, presume del mayor maletero de su clase: 330 litros, 15 más que antes.
Siete motores muy eficientes
La gama de motores contempla siete versiones diferentes, aunque una de ellas, la eficiente GreenLine diésel de 75 caballos y sólo 3,1 litros de consumo medio, no llegará hasta junio. El resto debuta en enero de 2015. Destacar que ganan por goleada las arquitecturas de tres cilindros, que hacen pleno en las variantes diésel 1.4 TDI de 90 y 105 CV, y copan la mitad de la gama de gasolina, gracias a los 1.0 MPI de 60 y 75 CV, tomados del Citigo. Más solventes y refinados son los 1.2 TSI de 90 y 110 CV.
Todos cuentan con función «Start/Stop» y sistema de recuperación de la energía de frenado, uno de los motivos por el que el Fabia ha recortado un 17 por ciento el gasto medio. El cambio DSG está disponible en el TSI de 110 CV y en el TDI de 90; precisamente las versiones que probamos durante nuestra toma de contacto. El motor de gasolina es un prodigio de refinamiento en marcha, pues apenas se hace notar y recupera de maravilla. El diésel también ofrece un rendimiento notable, pero su naturaleza tricilíndrica sí le pasa factura en cuanto a rumorosidad y agrado general. En cualquier caso, el Fabia ha ganado en dinámica, confort y tacto general. Además, el diferencial electrónico XDS+ es de serie.
Más seguro que nunca
E incorpora tecnologías como detector de fatiga, freno anticolisión múltiple y de emergencia en ciudad, alerta de colisión, control de presión de los neumáticos, asistente de arranque en rampa, limitador de velocidad… y es el primer Skoda que ofrece la tecnología MirrorLink y SmartGate, que permite conectar nuestro teléfono al vehículo y disfrutar de sus aplicaciones.
El Fabia llega en enero, también con carrocería Combi, que costará 800 euros más.
