Desde su llegada en 1959, más de siete millones de Skoda Octavia han salido de las líneas de producción. Para hacernos una idea del éxito de este superventas, si todas estas unidades estuvieran aparcadas una detrás de otra, trazarían una línea de unos 32.000 kilómetros, equivalente a la distancia que separa Mladá Boleslav de Sídney, de ida y vuelta. Ahora, la última generación sigue dando mucho que hablar, con un espacio mayor al de su predecesor y unas magníficas cualidades. Se trata del vehículo más vendido en su mercado doméstico de la República Checa durante 30 años.
En 2019, se llegaron a entregar 364.000 unidades del Octavia y del Octavia Combi. La primera generación moderna, lanzada en 1996, se fabricó durante 15 años con más de 1,4 millones de unidades comercializadas. El pasado año, el superventas arrasó en mercados como el chino (78.000 unidades), alemán (55.200 unidades) seguidos del ruso, el checo y el polaco.
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A medida que se van estrenando generaciones, se va incrementando la cantidad electrónica instalada en el vehículo. En esta cuarta generación, hasta 20 sensores aportan datos e información a varios sistemas de asistencia. Por ejemplo, el nuevo sistema de aviso de salida es capaz de detectar ciclistas que se acercan por detrás a una distancia de hasta 35 kilómetros y aviar al conductor antes de que este abra la puerta. Un total de cuatro kilómetros de cables recorren cada unidad del Octavia.
