La solución de Volkswagen pasa por la formación desde el juego y el entretenimiento para paliar esto efectos.
Los cambios y la transformación energética supone para los grandes fabricantes de automóviles un reto en cuanto a la capacitación de su personal de fabricación, montaje y ensamblaje.
Las plantillas han de adaptarse, ampliar su conocimientos y habilidades para poder fabricar los nuevos coches eléctricos, esto crea situaciones de ansiedad y estrés en la incertidumbre de conservar el puesto de trabajo.
1Mantener vivo el tejido industrial del automóvil
Es innegable que el coche eléctrico ha venido para quedarse, y esto es gracias a que su desarrollo en circuitos urbanos, donde los movimientos son en trayectos cortos, la facilidad de establecer puntos de recarga y el claro factor no contaminante, le prestan las cualidades necesarias para que los grandes fabricantes apuesten por utilitarios de estas características, y así, mantener vivo el tejido industrial.
Otra cosa distinta es el sector de los grandes turismos, los vehículos pesados y las líneas mas potentes y deportivas, en donde también ha quedado claro que, si bien se pueden fabricar, aun resultan extremadamente caros para el usuario medio y las empresas con grandes flotas a sustituir.