Apodado ‘The Flying Scot’ (‘el escocés volador’), Jackie Stewart es uno de los grandes nombres de la Fórmula 1. No solo por ser uno de los diez pilotos que ha logrado tres títulos mundiales (en 1969, 1971 y 1973), sino porque, a sus 84 años, sigue muy presente en una competición cuya seguridad ayudó a mejorar.
El próximo 7 de octubre se cumplen 50 años de su última carrera y de su tercer título mundial de automovilismo. Y justo un mes antes de este aniversario, (el 8 de septiembre) llega a los cines una película documental dirigida por Patrick Mark (‘Fabergé, una vida propia’), que repasa la historia de Stewart, leyenda viva del automovilismo.
Jackie Stewart nació en 1939 en Dumbartonshire, Escocia. Su padre tenía un taller y su hermano mayor, Jimmy, fue el primero en probar suerte en el automovilismo. No tuvo mucho éxito con sus estudios y dejó la escuela con solo 15 años y, cuando comenzó en las carreras, demostró un gran talento al volante que le llevó en muchas ocasiones a lo más alto del cajón.
Los orígenes en las carreras de Jackie Stewart
Compró su primer automóvil con 17 años, un Austin A40 de color verde abeto, cuya réplica aparece en la secuencia de apertura de la película con su nieto, Marcus Stewart, al volante.
Entre 1961 y 1965 se unió a Écurie Écosse, el legendario equipo de carreras escocés, momento que podemos ver en la película, en una rara secuencia en blanco y negro en la que Stewart conduce el automóvil deportivo Écurie Écosse ‘Tojeiro’ en Charterhall.
En 1964, el entonces jefe del equipo de F3, Ken Tyrrell, le invitó a una sesión de prueba en el Goodwood Motor Circuit, donde condujo un monoplaza de carreras por primera vez superando repetidamente los tiempos establecidos por Bruce Mclaren, un piloto de F1 ya consolidadfo. Tyrrell le inscribió inmediatamente en su equipo de F3.
Stewart entró en la F1 en 1965, con BRM, junto con el ex compañero de equipo campeón del mundo, Graham Hill. En ese momento compartía un piso en Mayfair de Londres (conocido cariñosamente como la ‘Embajada escocesa’) con Jim Clark, compatriota escocés y otro campeón mundial.
Jackie ganó su primer Gran Premio en Monza en 1965 y el segundo en Montecarlo en 1966. Su victoria en Mónaco hizo que, junto a su mujer, iniciara una amistad con el Príncipe Rainiero y la Princesa Grace y una conexión de por vida con la ciudad.
En 1966 sobrevivió a un accidente potencialmente fatal en el Gran Premio de Bélgica, en Spa-Francorchamps, lo que lo impulsó a comenzar una campaña para mejorar las medidas de seguridad de los pilotos, los coches y los circuitos en la F1.
Durante su carrera tuvo que despedir a muchos de sus amigos y compañeros que murieron en las pistas, lo que le marcó a nivel personal y profesional: Lorenzo Bandini, Jim Clark, Ludovico Scarfiotti, Mike Spence, Jo Schlesser, Piers Courage, Bruce Mclaren, Jochen Rindt, Jo Siffert, Jo Bonnier, Pedro Rodríguez, Roger Williamson, François Cevert, etc.
Días gloriosos del automovilismo
La película ofrece la oportunidad de revivir los días de gloria de este talento del automovilismo. Considerado uno de los pilotos vivos más importantes de la historia de la F1, Stewart se retiró como triple campeón mundial de Fórmula 1 al final de la temporada de 1973.
Es la primera vez que se cuenta en profundidad la historia de este piloto, que a los tres títulos mundiales suma dos subcampeonatos, un tercer puesto y 27 grandes premios ganados. Una historia que refleja no solo las vivencias personales, sino que también hace un repaso al mundo de las carreras a finales de los años 60 y principios de los 70, un periodo donde correr era un peligro.
Stewart tuvo que lidiar con la muerte en muchas ocasiones a lo largo de su carrera, pero también afrontar sus problemas con la dislexia y con el hecho de ser una gran estrella del deporte, aspectos en los que ha tenido un papel fundamental la ayuda de su mujer Helen, con la que lleva casado más de sesenta años.
