El impuesto al diésel que el Gobierno planeaba introducir en abril de 2025 generó gran controversia en el ámbito político y social. Sin embargo, la Comisión de Hacienda del Congreso de los Diputados decidió frenar la propuesta, aplazando la subida de 11 céntimos por litro que habría afectado a millones de conductores. Esta decisión deja en suspenso una de las medidas fiscales más relevantes del Ejecutivo, generando dudas sobre el futuro de la reforma tributaria y los compromisos climáticos de España.
3Impacto para los conductores y el transporte
El rechazo a la subida del diésel representa un alivio para millones de conductores y para el sector del transporte, que ya enfrenta costes operativos elevados. “Habría sido un golpe significativo para quienes dependen del diésel en su trabajo diario”, declaró un portavoz de la Asociación Española de Transporte.
El sector automotriz también respira con cierto alivio. La medida habría acelerado la caída en la demanda de vehículos diésel, que ya están en declive debido a las restricciones medioambientales y las políticas que promueven la electrificación del transporte.
