Este verano, al drama de la vuelta al trabajo tras las vacaciones, se suma uno nuevo, el del precio de la gasolina, que acumula siete semanas de subidas consecutivas. De hecho, los carburantes (gasolina y diésel) son ya un 7,3% y un 11,3% más caros respectivamente que a comienzos del verano.
En plena época de regreso a casa tras el periodo estival, y con millones de desplazamientos previstos, el precio de la gasolina se ha incrementado un 1% solo en la última semana, situándose en 1,709 euros por litro. Esto supone que llenar un depósito de 55 litros supera actualmente los 94 euros.
Es el valor más alto para la gasolina en lo que va de alto y también el mayor desde finales del pasado mes de noviembre, momento en que todavía estaba vigente la ayuda de 20 céntimos por litro que el Gobierno puso en marcha como parte de las medidas anticrisis que se tomaron para frenar el impacto de la guerra en Ucrania.
Según los datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea, la gasolina no ha dejado de subir desde que comenzó el verano, ya que a mediados de junio costaba en España 1,59 euros por litro.
Aunque el precio de los carburantes depende de múltiples factores (su cotización, la evolución del crudo, los impuestos, el coste de la materia prima etc.), los expertos atribuyen estas subidas principalmente al hecho de que los países de la OPEP recortaron dos millones de producción, lo que supone un 2-3% de la producción mundial, y también Rusia ha bajado la producción en medio millón de barriles.
No solo la gasolina, también se encarece el diésel
Por su parte, el precio medio del diésel tampoco ha dejado de subir y encadena alzas desde el comienzo del verano. Solo en la última semana se ha incrementado un 0,94% hasta alcanzar los 1,601 euros el litro, un nivel que no marcaba desde la penúltima semana del pasado mes de febrero.
Llenar un tanque medio de 55 litros con gasóleo supone ahora unos 88 euros, aunque son 30 céntimos menos que lo que costaba a finales de agosto del año pasado. Y es que, a pesar de la subida, tanto gasolina como diésel, están todavía lejos de los precios máximos de hace más de un año, cuando en julio la gasolina se pagaba a 2,141 euros y el gasóleo a 2,1 euros, aunque en ese momento estaba vigente la bonificación de 20 céntimos por litro aprobada por el Gobierno.
Pese a todo, el diésel sigue manteniendo un precio menor que el de la gasolina, algo normal antes del estallido de la guerra en Ucrania, que provocó que el precio del gasóleo fuese más caro que el de la gasolina de forma continuada desde agosto de 2022 y hasta febrero de este año.
Además, los precios tanto de gasolina como de diésel en España se mantienen por debajo de la media de la zona euro, donde el litro asciende a 1,817 euros y 1,756 euros respectivamente.
